jueves, 21 de agosto de 2008

Presidente pide expulsión de los "hijos de la oligarquía"

QUITO | AFP


El presidente Rafael Correa aseguró este jueves que su gobierno enfrenta la misma estrategia que utilizó la oposición en Venezuela para hacerlo aparecer como un opresor de las protestas estudiantiles.

Correa tachó a los alumnos opuestos a su proyecto como "hijos de la oligarquía" y pidió su expulsión de la Universidad, al tiempo que previno sobre nuevos desórdenes.

Correa señaló que dicho plan quedó al descubierto luego de la gresca que se desató el sábado en una Universidad Católica de Guayaquil, donde asistió para presentar su informe semanal de labores.

"Se está utilizando la misma estrategia que se utilizó en Venezuela. Tratar de crear disturbio estudiantil y sacar a estos chicos como los líderes democráticos y al resto como los opresores", declaró el mandatario en una entrevista esta mañana con la quiteña radio La Luna.

Correa deploró el comportamiento de decenas de estudiantes que lo insultaron mientras protestaban el proyecto de Constitución que será sometido a referendo el 28 de septiembre.

El mandatario fue acusado por líderes universitarios de haber "instigado a la violencia" al pedir a los estudiantes que lo escuchaban "a arreglar el problema" que estaban ocasionando los opositores.

"Como no pudieron agredir al presidente, entonces somos opresores cuando estos (estudiantes) son los que crearon los disturbios, los que faltaron el respeto a todo el mundo", indicó.

"No vamos a caer en esa trampa (...) Pero en todo caso les anticipo que estas cosas van a seguir ocurriendo porque esa es la estrategia de la derecha", apuntó.

Los estudiantes que aseguran haber sido agredidos presentaron imágenes en los que se ven a policías pateándolos, mientras que el gobierno difundió un video en que se ve a universitarios lanzando insultos soeces a Correa y desafiando a la fuerza pública.

Sobre iglesia católica

En la misma entrevista, Correa confesó que se sintió traicionado por la jerarquía católica después de que ésta se opuso al proyecto de Constitución alegando que es favorable al aborto.

"Nos cogió totalmente por sorpresa esta posición de la cúpula de la Iglesia, fue un día muy aciago y lo recibimos como una puñalada en la espalda", declaró el mandatario en la emisora propiedad del ex asambleísta de Acuerdo PAIS, Paco Velasco.

Correa dijo que en varias oportunidades se reunió con los Obispos para afinar criterios en torno a la Carta Política que será sometida a referendo el 28 de septiembre, y que al final se incorporó el "80% de sus pedidos".

"Me comprometí que no aprobaría una ley abortista, podríamos llegar a un diálogo, pero lo que se hizo fue realmente desleal", sostuvo.

El presidente ecuatoriano lamentó la posición de la cúpula eclesiástica y más cuando antes "se jactaba con los demás presidentes de izquierda de ser el único que se llevaba muy bien con" la cúpula católica.

Correa agregó que aun cuando el propio arzobispo Antonio Arregui, presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE), hubiera redactado los artículos, la Iglesia hubiera encontrado razones "para estar en contra", dada su afinidad con la derecha.

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