CHICAGO | AP
Sarah Brown toma muchos recaudos cuando se sumerge en las redes sociales de internet. No tiene una página en MySpace. Sí figura en Facebook, pero hace lo posible para que su sitio sea visto solo por la gente que conoce.
"No quiero tener que preocuparme de los escándalos y problemas que hay online", expresó Brown, quien estudia educación en el St. Joseph College de Connecticut. No desea difundir su información personal y exponerse a que le roben su identidad o a que potenciales empleadores sepan cosas de ella que no deben saber. "Es una cuestión de sentido común", señaló.
Da la impresión de que lo tiene todo bajo control. ¿O no? Resulta que incluso las personas tan cuidadosas como Brown le pueden entregar información personal a extraños sin siquiera darse cuenta. Lo hacen cada vez que bajan e instalan una aplicación, como se llama a los miles de programas que ofrecen las redes de contacto social de internet, diseñados por terceros y que incluyen juegos, competencias, concursos de conocimientos y regalos virtuales.
Brown, por ejemplo, instaló una aplicación de los aficionados del equipo de hockey sobre hielo Boston Bruins y otra que le permite colocar carteles en su propia página y la de sus amigos. Todo esto es parte de un sistema por el cual la gente puede comunicarse a través de redes cibernéticas de contacto social, creando páginas sobre sí mismos, en las que difunden fotos y detalles de sus vidas y sus intereses.
La gente a veces piensa que esa información, que considera privada, puede verla solo los amigos o grupos específicos. Pero eso no es así si se usan aplicaciones.
Aplicaciones tercerizadas
En Facebook, por ejemplo, las aplicaciones solo pueden ser bajadas si el usuario hace click en un recuadro que autoriza a los programadores de esa aplicación saber quien soy y acceso a mi información. En otras palabras, tienen acceso a todo, menos a la información de cómo contactar al usuario.
Sin pensarlo demasiado, casi 70 millones de personas de todo el mundo aceptaron esas condiciones y usan las aplicaciones para coquetear, jugar y relacionarse con otra gente a través de internet.
News Corp., la empresa matriz de MySpace, que recibe 117 millones de visitantes por mes, incorporó hace poco una plataforma de aplicaciones, que le da a los programadores acceso a la información de todo usuario que baja su programa. A diferencia de lo que ocurre con Facebook, no obstante, el usuario de MySpace no debe incluir su nombre en su página.
¿Qué hacen estos programadores con la información? A veces la usan para poner en contacto a usuarios con intereses parecidos. Otras, para difundir publicidad orientada a sectores específicos, tomando en cuenta cosas como la edad y el género.
Facebook y MySpace aseguran que son muy estrictos con los programadores y que se desvinculan de ellos si no cumplen con sus requisitos. Añaden que hay cierta información, como dirección electrónica y teléfonos, que no suministran a nadie.
Pero expertos que investigan temas relacionados con la seguridad del mundo digital opinan que hay demasiada información personal dando vueltas, y pocas garantías de que está bien resguardada. También dicen que las personas que frecuentan las redes de contacto social no saben cuál es el destino de la información que colocan en sus páginas y ni están al tanto de los riesgos que corren.
"Sospecho que hacen muchos clicks despreocupadamente, sin pensar lo que ello representa", declaró Mary Madden, investigadora del Pew Internet & American Life Project, que estudia todo lo relacionado con la privacidad de las personas. Se difunde mucha información sin que el usuario sepa cuáles son las consecuencias.
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