QUITO | AFP
Las islas Galápagos, declaradas en riesgo por la Unesco, aspiran a convertirse en 2015 en la primera zona libre de combustibles contaminantes de Ecuador, gracias a un plan de energías limpias financiado por varias potencias e inaugurado este lunes por el presidente Rafael Correa.
El archipiélago de unos 19.000 habitantes, y cuna de especies únicas en el mundo, ingresó en la era de las fuentes alternas de energía al poner en marcha el parque eólico de mayor potencia en el país, dijo José Moscoso, uno de los gerentes del proyecto.
El sistema empezó a operar con tres turbinas de 800 kw cada una, que reducirán hasta en un 50% el uso de diesel en la isla San Cristóbal, la segunda más poblada de Galápagos con unos 6.100 pobladores.
"La quema de diesel genera gases de efecto invernadero, y lo que estamos tratando es de disminuirlos sensiblemente. Esperamos dejar de emitir 3.000 toneladas anuales de dióxido de carbono", según Moscoso.
El proyecto recibió el apoyo financiero de Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón, Rusia y Reino Unido, los países reunidos en el G8.
El gobierno prevé impulsar simultáneamente programas de sustitución de hidrocarburos en Santa Cruz e Isabela, donde se empleará energía solar, eólica y biocombustibles, dijeron a la AFP otras fuentes vinculadas al proyecto.
Situadas a 1.000 km de la costa ecuatoriana, las islas Galápagos fueron incluidas en 2007 por la Unesco en la lista de patrimonio en riesgo debido al aumento del turismo y el ingreso de especies invasivas.
Conformadas por 13 islas principales y 17 islotes en el océano Pacífico, las Galápagos fueron el primer lugar declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco. El área protegida se extendió en 2001 a la reserva marina.
Hace cerca de un año, el gobierno de Correa decretó la emergencia en el archipiélago y anunció restricciones para los vuelos, el turismo y los permisos de residencia.
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