Cristina Fernández, "presidenta, no presidente" de Argentina

Cristina Fernández de Kirchner se ha convertido en la primera "presidenta", como quiere que se le llame, electa de Argentina. Recoge así el relevo de su marido, Néstor Kirchner, al frente de uno de los principales países de América Latina. Su tarea, como ella misma ha señalado, será profundizar la labor de Gobierno iniciada por su marido, convertido ahora en "Primer Caballero".

Comparada en su ambición con Eva Perón, esta abogada de 54 años se caracteriza por una fuerte vocación política, desde el inicio en su juventud de su militancia en el peronista Partido Justicialista.

Orgullosa de la labor realizada por su marido, Cristina Fernández, se ha querido distanciar de la imagen de las dos esposas de Perón, ambas muy presentes en la vida política argentina: María Estela Martínez de Perón, “Isabelita”, primera mujer que llegó a la presidencia del país (1974-1976), sin ninguna experiencia política y cuya desidia presidencial llevó a la dictadura.

Pero, sobre todo, se ha querido distanciar del otro gran referente femenino argentino: Eva Perón, la mujer más presente en la vida política argentina, incluso después de muerta, aunque jamás llegara a ocupar ningún cargo político.

Aunque heredera de Evita como "abanderada de los humildes" por su liderazgo político, por sus dotes de oradora, su coquetería y su afición a la moda, Cristina Fernández ha intentado alejarse de este precedente.

La señora de Kirchner ha tenido una carrera política propia, con una trayectoria de dos décadas dentro del peronismo que le llevaron a ser diputada provincial, diputada nacional y senadora por la provincia de Santa Cruz, antes de asumir la presidencia.

Hija de una matrimonio de clase media de la ciudad de La Plata, Fernández conoció a su esposo, cuando ambos estudiaban Derecho en la universidad pública de esa ciudad.

Militantes del Partido Justicialista ambos, Néstor y Cristina se casaron en mayo de 1975 tras un noviazgo de seis meses. Un año después se trasladaron a la provincia de Santa Cruz escapando de la dictadura militar.

En esta ciudad a 2.500 kilómetros al sur de Buenos Aires donde nació Kirchner, ambos fundaron un estudio jurídico y un negocio inmobiliario. También allí ambos iniciaron su carrera política que les llevó a altos cargos en la provincia: Néstor se convirtió en gobernador de Santa Cruz y Cristina, en senadora.

Esta trayectoria parlamentaria, combinada con un alto perfil de exposición pública, le valió a Fernández ser más conocida que su esposo cuando este comenzó a perfilarse en 2002 como posible aspirante a la Presidencia, a la que finalmente accedió en mayo de 2003.

Con un 62% de popularidad, Fernández se une ahora a Michele Bachelet, presidenta de Chile, en la dirección de uno de los grandes países de América Latina.