Locales de venta del ave ya receptan solicitudes de parte de empresas para sus trabajadores.
A menos de mes y medio de celebrarse la Navidad, los locales de venta de pavos ya cuentan con un amplio stock del producto para abastecer la alta demanda que hay en diciembre.
En varias avícolas de la ciudad, los pedidos destinados a armar canastas navideñas por parte de empresas comenzaron a receptarse desde mediados de octubre y se intensifican con el pasar de los días.
Como estrategia, en avícola Fernández, por ejemplo, se ofrece la posibilidad de reservar el ave con $ 5 y pagarlo a plazos; mientras que en el comisariato de carnes El Rancho se lo puede separar con $ 2.
Calculadora en mano, Byron Polo, jefe de almacenes de Avícola Fernández, hace cuentas de los pedidos de pavo congelado que desde octubre pasado se receptan en los cinco locales de esta cadena en Guayaquil.
La posibilidad de reservar el principal componente de la cena navideña, asegura, es lo que ha motivado a personas particulares y en especial a empresas, a separar el producto desde ahora para despreocuparse del tema en diciembre, un mes de bastante agitación.
Hasta el momento, comenta, la avícola registra 5.000 pedidos de pavos reservados, y estima que entre noviembre y diciembre logrará vender 45.000 unidades, lo que implica un aumento del 25% al 30% con relación al año anterior.
El producto, que desde hace tres años se comercializa en este supermercado con marca propia, pues tiene sus criaderos, tiene acogida, dice. Los hay desde 10 hasta 32 libras, a un precio de $ 1,48 la libra (uno de 20 libras promedia los $ 30).
En Avícola Verónica los pedidos también comenzaron el mes anterior.
Helen González, administradora del local situado en el centro de la urbe, afirma que sobre todo las empresas están solicitando cotizaciones para armar las canastas navideñas que obsequiarán en diciembre a sus trabajadores.
“Tenemos pavos de 18 a 26 libras, nacionales en su mayoría, pero también americanos”, recalca a sus potenciales compradores. Aquí la libra de la marca Mr. Pollo (de Pronaca) se vende a $ 1,45, y la importada a $ 1,68, precios que, asegura, se mantienen iguales a los del 2006.
Unas cuadras más allá, en Comisariato de carnes El Rancho, una enorme pancarta invita a los compradores a separar el producto de 18 a 24 libras congelado, con apenas $ 2.
Ángelo Carriel, ejecutivo de este local, asegura que con esta estrategia el año pasado lograron vender 12.000 pavos durante la temporada alta de consumo, y que para este 2007, en función de la demanda, cerrarán con 15.000 unidades.
Además del producto nacional, aquí se comercializan pavos americanos de la marca River Side, de 13 a 24 libras.
Las importaciones del ave (vivas para engorde y congeladas), de hecho, crecieron en relación al año pasado.
Según datos del Banco Central del Ecuador, hasta septiembre anterior esos rubros representaron 1,1 millones de dólares y 995.610 dólares, valores CIF (costo, seguro y flete), respectivamente, cifras que superan en el 53% a las compras realizadas en el 2006.
Ese año, según reportes del Ministerio de Agricultura, se autorizó el ingreso, hasta el noveno mes, de 503 mil pavitos BB (de uno a cuatro días de nacidos), y de 271 mil pavos enteros congelados. Entonces, el consumo del país anual fue de 5.000 toneladas (medio kilo de esta carne por persona).
En las cadenas de supermercados, los pedidos hechos al exterior, comenzarán a reflejarse en los frigoríficos a fines de noviembre, indicó un dependiente de la cadena Santa Isabel.
Para quienes se dedican a la cría del ave, esta época también es de negocios. En sectores como Salitre, por ejemplo, los pavos grandes ya se comercializan a 30 y 35 dólares, y los pequeños (mozuelos), a $ 25.
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