martes, 18 de septiembre de 2007

Reino Unido obliga a sus médicos a cortarse las mangas

Asegura que los puños de las batas blancas son «fuente de infecciones» en los hospitales



Londres- El Gobierno británico ha aprobado un código de vestir en los hospitales que sustituye la bata blanca típica por otra de manga corta y que también prohíbe a los médicos el uso de joyas, relojes o corbatas por temor a las infecciones.
La prohibición de la tradicional bata se hará efectiva a partir de enero, según explicó el ministro de Sanidad británico, Alan Johnson. La nueva medida es parte de la estrategia de revisión del sistema de salud británico, una de las prioridades del primer ministro, Gordon Brown. Según el informe del Gobierno, en muchas ocasiones, los puños de las batas están sucios, por lo que éstas se cambiarán por otras de mangas hasta los codos y se introducirá el uso de delantales sintéticos.
El nuevo código persigue evitar la propagación de infecciones hospitalarias como la Clostridium difficile, bacteria que provoca reacción a antibióticos usados contra otras enfermedades, o la superbacteria Staphylococcus aureus (MRSA), resistente a la meticilina y a cada vez más antibióticos comunes. Los hospitales también recibirán instrucciones sobre cómo aislar a los pacientes infectados. Otra medida establece que las enfermeras elaboren, cuatro veces al año, informes sobre la higiene y la limpieza de los hospitales.
Según datos de la Agencia de Protección de la Salud británica, el número de pacientes infectados de MRSA descendió un 10 por ciento en los primeros tres meses de 2007 respecto al mismo periodo del año anterior, mientras los porcentajes de Clostridium crecieron el 2 por cien.
La Asociación Médica Británica aseguró que un código de vestuario más estricto es un modo más de prevenir infecciones. «Un proyecto coordinado dirigido a todos los factores relevantes, como el código de vestuario, la ocupación de cama, la higiene hospitalaria y la política de aislamiento tiene muchas papeletas de ser un proyecto acertado», dijo uno de sus responsables, que añadió que cualquier directriz nueva debe ser «práctica, realista y sensible a grupos religiosos diferentes».
La medida también cuenta con la aprobación del Colegio de Enfermeros. «Es un paso positivo para que los profesionales de la salud ayuden a reducir focos de infecciones». Sin embargo, la propuesta ha sido duramente criticada por el portavoz de Sanidad de los Conservadores, en la oposición, quien aseguró ayer que el Gobierno no va a ser capaz de evitar las bacterias y lo único que va a conseguir es que «las enfermeras empleen todo su tiempo en trámites administrativos en vez de cuidar a los pacientes».

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