BRUSELAS, Bélgica | EFE
El ministro del Interior de Bélgica, Patrick Dewael, reprochó este jueves a la esposa del presidente ecuatoriano Rafael Correa, Anne Malherbe, que dijese sentirse "avergonzada de ser belga" al conocer que en su país se retiene a menores en centros de detención, como ocurrió con la niña Angélica Loja Cajamarca.
En una entrevista para el diario socialista flamenco De Morgen, el ministro belga manifestó que sentía "indignado" por estas declaraciones.
Según Dewael, si esas palabras se hubiesen pronunciado con un gobierno ya formado, y no en medio de la negociación para componer un nuevo Ejecutivo, "habrían provocado un conflicto diplomático entre Ecuador y Bélgica".
El ministro añadió: "si tan mal están los ecuatorianos en Bélgica: ¿por qué todos quieren quedarse aquí?".
Dewael también aprovechó para criticar la "utilización" que a su juicio se ha realizado de la pequeña Angélica, de 11 años, quien, tras pasar cuatro semanas retenida junto a su madre, consiguió su liberación in extremis el pasado lunes.
El titular de Interior, del partido liberal flamenco, dijo sentirse "furioso" porque, a su juicio, se esté "utilizando a los niños" por parte de las organizaciones de ayuda a los inmigrantes.
Para el ministro, en el caso Angélica "se ha actuado de forma deshonrosa para los niños y los seres humanos" y se "ha utilizado a un menor para así conseguir conmover a la opinión pública".
Precisamente este jueves unas organizaciones de apoyo a los inmigrantes ilegales en Bélgica hicieron pública la existencia de otros once niños retenidos en el centro en que permanecieron Angélica y su madre, el centro 127 bis, a las afueras de Bruselas.
Los menores que están retenidos a la espera de su expulsión, acompañados en cualquier caso por al menos un progenitor, tienen nacionalidad kosovar, chechena, filipina, nepalí, iraquí, guineana y también de Arabia Saudí.
Se trata de cinco parejas de hermanos: David y Reto, de 8 y 12 años; Adam y Hava, de 10 y 12; Qahrin y Delbirim, de 4 y 6; Karim y Asas, de 2 y 7 años; así como otros dos hermanos de dos años y seis meses cuyos nombres no han trascendido.
Además, en el centro está el pequeño Safal, de 2 años, y Mariesol, una mujer embarazada de cuatro meses.
Las asociaciones de inmigrantes belgas que han denunciado la situación son la Unión de Defensa de los Sin Papeles (UDEP) y la Coordinadora contra las Expulsiones y por la Regularización en Bélgica.
Un portavoz de la UDEP, Gerardo Cornejo, explicó a Efe que "los niños pasan semanas e, incluso, hasta tres meses en el centro antes de ser expulsados".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario