miércoles, 1 de agosto de 2007

Los turistas que quieran dar un paseo espacial tendrán que desembolsar 15 millones de dólares adicionales



Moscú, 1 ago (EFE).- Los turistas que viajen a la Estación Espacial Internacional (EEI) y que quieran salir al espacio exterior tendrán que desembolsar 15 millones de dólares adicionales por la experiencia, anunció hoy la compañía Space Adventures, que gestiona el turismo espacial.

Un portavoz de la representación de esa empresa en Moscú dijo a la agencia Interfax que la tarifa de la caminata espacial turística ya fue acordada con Roscosmos, la agencia espacial rusa.

El precio de 15 millones de dólares, precisó la compañía, incluye la confección y envío a la EEI de la escafandra individual que utilizará el turista en su paseo, en la que será acompañado por un cosmonauta profesional.

"Además, el turista deberá realizar un curso especial de preparación en el Centro de Adiestramiento de Cosmonautas", dijo el portavoz de Space Adventures.

En su momento, el japonés Daisuke Enomoto, quien realizaba el curso de preparación para viajar a la EEI como turista, expresó su deseo de realizar una caminata espacial, pero en esa ocasión Space Adventures y Roscosmos no llegaron a acuerdo sobre el precio.

Enomoto no pudo cumplir su sueño de viajar al espacio debido a problemas de salud

En la actualidad el precio de un viaje turístico a la Estación Espacial Internacional es del orden los 25 millones de dólares, suma que según Space Adventures puede aumentar en los próximos años hasta 30 ó 40 millones de dólares.

El primer turista espacial de la historia fue el multimillonario californiano Dennis Tito, en mayo de 2001, cuyo ejemplo siguió en 2002 el sudafricano Marc Shuttleworth, quien realizó a bordo de la EEI algunas pruebas científicas relacionadas con el sida.

El tercero fue el millonario y científico norteamericano Gregory Olsen, que dedicó su estancia a desarrollar experimentos de óptica y cristalografía con equipos fabricados por su empresa en octubre de 2005.

A esos tres les siguió la millonaria estadounidense de origen iraní Anousha Ansari, que en su aventura marcó un récord al permanecer once días la EEI en septiembre 2006.

El ultimo turista en visitar la EEI fue el estadounidense de origen húngaro Charles Simonyi, el pasado mes de abril, cuyo viaje de regreso sufrió un retraso por el mal tiempo en el lugar donde debía descender la cápsula de retorno, en las estepas de Kazajistán.

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