MEXICO DF, México | AP
La Casa Azul de la pintora mexicana Frida Kahlo se dispone a abrir al público una exhibición que contiene una probadita de tesoros nunca vistos que busca presentar un retrato más elocuente de la artista y quien fuera su esposo, el muralista Diego Rivera.
Una carta a su mamá sobre el enojo de su padre por haberle tomado una pintura, un pequeño teatro de títeres, algunos vestidos, dibujos y documentos de identificación personal, son sólo algunos de los objetos que a partir del 6 de julio podrán observarse en la casa donde nació y murió la artista, con motivo del centenario de su nacimiento.
Tesoros de la Casa Azul, Frida y Diego, es una muestra que presentará apenas la punta del iceberg de lo que se considera la mayor cantidad de objetos inéditos, a decir de Pablo Ortiz, curador de las fotografías.
Los tesoros incluyen 22.105 documentos; 5.387 fotografías; 168 piezas de indumentaria de Kahlo y 11 corsés; 102 dibujos y bocetos de Frida y 212 de Rivera; y 36 libretas y cuadernos de ambos.
Pero en esta primera exhibición, por ejemplo, sólo estarán disponibles 60 fotografías y 30 cartas.
Los responsables de salvaguardar las piezas y documentos, sin embargo ya piensan en futuras exposiciones para que poco a poco se conozca la totalidad de lo que hasta el 2004 era un secreto.
Todo estaba dentro de baúles y cajas, en baños y cuartos de la Casa Azul, que Rivera había ordenado sellar en 1957 y no abrirlos hasta 15 años después de su muerte (que ocurrió ese mismo año).
La encargada del fideicomiso, Dolores Olmedo, decidió que cumplidos los 15 años tampoco fueran abiertos, en un aparente intento por salvaguardar posibles datos comprometedores de la pareja.
Para Ricardo Pérez Escamilla, el jefe de curadores, la exposición es una muestra de objetos que fueron importantes en la vida y formación tanto sentimental como artística de Frida y de Diego.
En un recorrido de la exhibición para la prensa, dos días antes de la apertura al público, Pérez dijo que quien quiera ver descubrimientos va a entender que toda la exposición constituye un descubrimiento y que cada pieza también lo es.
Uno de esos descubrimientos es un pequeño teatro de títeres con manos, cabeza y pies de barro, e indumentaria de algodón teñido. Según Pérez, la pintora lo utilizaba para vivir fantasías infantiles.
Otro más, una carta de unas cuentas líneas dirigida a su mamá y fechada el 5 de agosto de 1923, cuando tenía 16 años: Mamita, mi papá está de un humor negro porque le cogí una pintura amarilla de tubito para hacer un cuadrito encima de una cajita de puros. Yo le dije después, pero se enojó mucho y dice que me va a acusar contigo.
Frida nació en 1907 y murió en 1954 en la Casa Azul, actual museo en el sur de la ciudad de México.
La artista tuvo polio a los seis años y quedó con una pierna más delgada y corta que la otra. Años después, en 1925, sufrió un accidente que la dejó con fracturas en la columna vertebral que la obligó a utilizar corsés ortopédicos.
Pérez consideró que el 2007 es el momento adecuado para dar a conocer las piezas, porque hace 50 años Frida entonces no era Frida, a nadie le interesaba ver los trapos de Frida... a nadie le interesaba leer sus cartas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario