jueves, 28 de junio de 2007

Tumbaco, sin escape



Si no se construye una red complementaria a la vía Interoceánica, que cubra el incremento de tránsito al valle de Tumbaco, la circulación vehicular a las parroquias del nororiente de Quito será crítica y se saturará en el 2015.

Así reza el informe elaborado en el 2006 por las consultoras Astec-Romo y Asociados. En el nororiente hay 270.000 habitantes, para el 2030 serán 630 000. Según el estudio, en ocho años habrá 80 000 autos que transitarán cada día a 10 kilómetros por hora.

Marco Vanegas, morador de Tumbaco, cree que los efectos de la saturación tomarán menos tiempo del estimado.

“Cada mañana me demoro 10 minutos en atravesar dos cuadras, desde el Supermaxi de Cumbayá hasta el semáforo de La Lira”, por la Interoceánica.

La Lira recibe y canaliza el tránsito de dos arterias: la vía De los Conquistadores, que atraviesa Guápulo, y la Interoceánica, que recibe el flujo del túnel Guayasamín y de la av. Simón Bolívar.

Según el conteo hecho en mayo por la Empresa Metropolitana de Servicios y Administración del Transporte (Emsat) por allí pasan 44 570 vehículos al día, 3 144 más que en mayo del 2006. Además, por la Interoceánica pasan 170 buses.

Pero Vanegas solo se refiere a uno de los puntos de congestión identificados en la ruta que une a Quito con Puembo. En un recorrido hecho por este Diario se constataron otras zonas de conflicto.

En horas pico el paso por el túnel Guayasamín es lento. Lo mismo sucede en el redondel a Lumbisí, donde se encuentra el acceso a colegios y confluyen carros livianos, buses y pesados (volquetes y camiones que llevan basura).

En la intersección también hay congestión en el centro de Cumbayá, en Tumbaco y en el puente sobre el río Chiche, cuya circulación se restringió a un carril este mes, por trabajos de reparación.

Frente al crecimiento del parque automotor y a la demanda de más espacio para los carros, la Emsat implementó dos medidas que tenían como objetivo facilitar el paso en horas de alto flujo.

La primera fue el contraflujo que empezó en septiembre en el túnel Guayasamín. Con ello se logró aumentar la velocidad promedio de 11 km/hora a 30 km/hora.

La eliminación del redondel de La Lira, con la ubicación de semáforos, fue la segunda medida. Con ella se logró que la congestión que va de Miravalle a la Lira se reduzca: pasó de una hilera de carros de 2,95 km a una de 0,7 km. Con el redondel los vehículos se demoraban hasta 14,8 minutos en llegar a Miravalle. Ahora lo hacen en 6,35 minutos, excepto el fin de semana, cuando el flujo crece por los autos que bajan hacia el valle.

Según Víctor Hugo Mier, gerente de Tránsito de la Emsat, las soluciones para los trancones que vive el nororiente vendrán cuando se construyan las vías alternas.

El Cabildo trabaja en un plan vial para conectar a Quito con el nuevo aeropuerto. Eso incluye La optimización de la Interoceánica.

Crecimiento acelerado

El contraflujo por la Interoceánica, entre la av. 6 de Diciembre y el intercambiador de Cumbayá, funciona de lunes a viernes, de 07:30 a 08:30. En el sentido Quito-Cumbayá opera de 18:15 a 19:30; excepto el fin de semana.

El crecimiento del parque automotor influye en la caotización de las vías. Según el gerente de Tránsito de la Emsat, Víctor Hugo Mier, en 1990 en Quito había un auto por cada 15 habitantes. Actualmente hay un vehículo por cada siete habitantes.

Según un estudio contratado por la Corpaq, para el 2030, entre 25 y 30 personas de cada 100 que habitan en el nororiente tendrán vehículo propio.

En el 2030 habrá 170 000 viajes diarios entre Quito y los valles de Cumbayá, Tumbaco y Puembo.

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