ZURICH, Suiza | EFE
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, anunció este miércoles la decisión de la Federación Internacional de Fútbol de mantener la prohibición de jugar partidos de clasificación para la Copa del Mundo en ciudades situadas en altura, aunque elevó la cifra de 2.500 metros sobre el nivel del mar hasta 3.000 metros.
Un mes después de acordar la prohibición de jugar a más de 2.500 metros, el Comité Ejecutivo de FIFA aumentó hoy la altitud hasta 3.000 metros, con lo que mantiene el impedimento para que se disputen estos encuentros en la Paz (Bolivia) y Cuzco (Perú), pero habilita a Bogotá (Colombia), que está a 2.640 metros, y a Quito (Ecuador), situada a 2.800 metros.
Hemos hablado del aspecto médico de la altitud y también del deportivo, pero esto no es una discusión política, es una decisión para proteger a los jugadores", declaró Blatter, que ayer recibió a la ministra de Asuntos Exteriores de Ecuador, María Fernanda Espinosa, y mañana se entrevistará con el presidente de Bolivia, Evo Morales.
Blatter señaló que tiene previsto recibir mañana en Zúrich a Morales, que ha encabezado las protestas de los países de la Confederación Sudamericana contra la prohibición de la FIFA, que inicialmente impidió los partidos a más de 2.500 metros y hoy acordó aumentar el límite de altitud a 3.000 metros.
"Lo primero que haré será darle la bienvenida a FIFA como presidente de un país y después le informaré sobre la decisión del Comité Ejecutivo de la misma forma que lo he hecho hoy", dijo Blatter, que ayer recibió a una delegación diplomática de Ecuador.
El presidente insistió en que "la FIFA está preocupada por la forma de proteger a los jugadores" y, tras recordar que la decisión no afecta a competiciones nacionales ni continentales, reiteró que "la FIFA tiene la responsabilidad de proteger a los futbolistas de la mejor manera posible".
Blatter explicó que el Ejecutivo determinó también que la Conferencia sobre deporte a gran altitud, que se celebrará en Zúrich del 25 al 28 de octubre próximo, se centre en analizar la influencia y los efectos que tienen sobre la salud de los jugadores aspectos como el calor, el frío y la humedad.
El Comité Ejecutivo decidió también la reorganización de FIFA y el nombramiento del francés Jerome Valcke como nuevo secretario general, en sustitución de Urs Linsi que dimitió el pasado día 11, y el del alemán Markus Kattner como secretario general adjunto.
Valcke fue uno de los cuatro ejecutivos despedidos en diciembre por la FIFA, después de que un Tribunal estadounidense fallase en contra de la organización futbolística por una cuestión de patrocinio para las copas mundiales de 2010 y 2014 y rehabilitado después al prosperar una apelación ante el mismo tribunal.
El nuevo secretario general, el tercero desde la llegada de Blatter a la presidencia en 1998, ingresó en FIFA a mediados de 2003 como responsable de la División de Mercadotecnia y Televisión. Tiene 46 años y antes de su entrada en la federación internacional trabajó como periodista deportivo y en empresas relacionadas con el deporte.
La reunión del Ejecutivo permitió también que Joseph Blatter y el camerunés Issa Hayatou, presidente de la Confederación Africana y la Comisión Organizadora del Mundial de Sudáfrica 2010, informaran de la aprobación del formato de clasificación en las confederaciones y de que el sorteo de la fase previa se celebrará finalmente el 25 de noviembre en Durban.
El partido inaugural y la final del Mundial se celebrarán en Johannesburgo y la selección de Sudáfrica será el equipo número uno del grupo A (A1).
El Ejecutivo acordó también que FIFA mantenga, junto a UEFA, las labores de observación sobre el desarrollo de los acontecimientos en las asociaciones de Macedona, Kazajistán y Turquía ante la posibilidad de injerencias externas.
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