martes, 23 de septiembre de 2008

Viaductos de San Eduardo con nuevos sistemas

Viaductos del cerro San Eduardo tendrán refugios, teléfonos, hidrantes, sensores y carril de emergencia.

Si la señal de radios y celulares se interrumpe dentro de los túneles Santa Ana y del Carmen, en el interior de los túneles San Eduardo no habrá este inconveniente. Los viaductos estarán provistos de cable radiante, una antena longitudinal que permite a los aparatos de comunicación funcionar normalmente.

Habrá sensores que activarán un conjunto de luces intermitentes si detectan que algún vehículo excede el límite de velocidad. Otros dispositivos medirán los niveles de temperatura y de monóxido de carbono (gases que despiden los automotores), para incrementar –de ser necesario– la potencia del sistema de ventilación o activar otras formas de contingencia.

Son características que reflejan la modernidad de los túneles San Eduardo, diseñados bajo normativas universales para viaductos que superan los 1.000 metros de longitud.

De allí que también contará con tres galerías de emergencia (ver gráfico), donde las personas podrán refugiarse en caso de que ocurran percances (colisiones, incendios, emisión de gases tóxicos, etcétera).
Estos habitáculos conectan transversalmente ambos viaductos.

Asimismo, ocho hidrantes estarán distribuidos en la estructura longitudinal. Además, el mismo número de cabinas telefónicas y botones de alarma.

Los dispositivos de seguridad estarán conectados a una cabina de control levantada en el portal norte (av. Carlos Julio Arosemena), donde operadores vigilarán que el tráfico vehicular avance sin contratiempos.

Un ensanchamiento de vía a la mitad del trayecto marca otra innovación de los túneles San Eduardo. Este “cuarto carril”, de 50 metros de largo, podrá ser utilizado por vehículos que deban detenerse por daños.

Dos pares de luminarias estarán dispuestos cada 25 metros, excepto en los primeros 200 metros, donde se requiere más luz (las lámparas estarán cada 7 metros). Esta condición responde al lapso que toma el ojo humano en acostumbrarse a la luz artificial.

Incluso para optimizar la iluminación, las paredes del viaducto estarán pintadas de color amarillo, en un tono bajo.

Las pruebas para definir este aspecto se realizaban la semana pasada. Obreros también colocaban los soportes metálicos superiores que sostendrán las fluorescentes, los ventiladores y las cámaras de video.

En los túneles San Eduardo, la dirección constante del viento es de sur a norte. De allí que en el viaducto –donde los vehículos avanzarán en ese sentido, y que conecta la av. Barcelona con la av. Carlos Julio Arosemena– habrá 18 ventiladores, y en la otra bóveda, 24.

El chileno Francisco Urbina, supervisor de la obra vial, a cargo del consorcio Obrascon Huarte Lain (OHL)-Semaica, explicó que los túneles modernos del mundo tienen incluso cámaras de video que registran los números de placas de los automotores que atraviesen los viaductos, con el propósito de facturar una especie de pontazgo a los conductores.

“Es como pagar el teléfono. La factura le llega a la casa cobrándole las veces que el conductor ha utilizado los túneles al mes”, comentó Urbina, pero recalcó que el sistema no está contemplado en los viaductos que atraviesan el cerro San Eduardo, por hoy los más modernos del Ecuador, cuyo término de obra se prevé para fines del próximo mes.

Vía de acceso
Paralelo a la construcción de los túneles San Eduardo, en el portal sur se trabaja en la vía de acceso a los viaductos, la cual se enlazará con la avenida Barcelona y alcanzará los 2.300 metros de longitud. Además habrá una carretera adicional, de dos carriles, destinada al uso de habitantes de las cooperativas Virgen del Cisne y Veinticinco de Julio, cercanos al sector.

Redondel y paso peatonal
Frente a la Ciudad Deportiva Carlos Pérez Perasso habrá un redondel de tráfico y, sobre este, se construye un paso peatonal.

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