miércoles, 17 de septiembre de 2008
Quito tiene 112 puntos de congestión (fuente elcomercio.com seccion quito)
Según la Policía y un experto, los contraflujos mejoran el tránsito. Los trancones se mantienen entre la Rodrigo de Chávez, al sur, y la NN.UU., al norte.
Édgar Briceño solo tiene adjetivos positivos para valorar el contraflujo en los túneles de la av. Mariscal Sucre. Todas las noches va desde la av. De los Shyris, al norte, hasta Chillogallo, al sur, y “gracias a esta medida llego 20 minutos más rápido a casa”.
El contraflujo en los túneles se aplica desde junio del 2006 y consiste en la habilitación de un carril adicional para la circulación de norte a sur en la noche (18:30 a 19:30). Así, la circulación nocturna de sur a norte se reduce de dos a un carril. Lo contrario ocurre en la mañana. El contraflujo opera de sur a norte, de 06:30 a 07:20.
Sin embargo, al cabo de dos años, los usuarios de los carriles únicos soportan congestiones. Rómulo Chicaiza, por ejemplo, pone a prueba su paciencia cada noche al atravesar los túneles de sur a norte. Las manos del conductor de 34 años golpean repetidamente el volante de su Suzuki rojo, en la hilera de autos que avanza a menos de 7 km/h.
“Durante el contraflujo nocturno estoy acostumbrado a esperar más de 15 minutos para ir de la calle Bahía al túnel de San Diego. Antes tardaba menos de tres minutos”, dice.
El coronel Gonzalo Cabezas, jefe Provincial de Tránsito, admite el problema. “Los autos que toman el contraflujo llegan al Centro y no tienen vías para desfogar. En ese sector se circula a 5 km/h en horas de mayor congestión”.
Sin embargo, el oficial asegura que los resultados del sistema de unidireccionalidad son positivos. “Esta medida permite una mayor movilidad a los flujos vehiculares en horas pico”.
César Arias, experto en tránsito, está de acuerdo. “Los contraflujos son confiables. No hay espacio para tanto carro en Quito. En toda medida de tráfico hay personas que ganan y otras que pierden, pero lo que se busca es que el saldo global sea positivo”.
Los contraflujos se implementaron en Quito en el 2006, para solucionar los niveles de congestión en cuatro puntos con mayor número de autos: los túneles, la 5 de Junio, el túnel Guayasamín y la autopista Rumiñahui.
De acuerdo con los conteos de la Policía, por los túneles atraviesan 3 156 vehículos por hora, en las horas pico. Por la 5 de Junio circulan 1 830 autos, por el túnel Guayasamín 2 970 y por la autopista Rumiñahui 5 321.
Pero, al cabo de dos años, la Policía de Tránsito señala que esa medida es insuficiente para solucionar las congestiones en la urbe. Según un estudio hecho por la entidad, Quito tiene 112 puntos de congestión vehicular. Entre ellos están las avs. Rodrigo de Chávez, Napo, Velasco Ibarra, 12 de Octubre, Patria, Naciones Unidas... (ver gráfico).
Una las razones es el parque automotor. El Plan Maestro de Movilidad, presentado la semana pasada por el Cabildo, determina que Quito recibe 40 000 vehículos cada año. En la urbe se calcula que hay 400 000 autos.
No obstante, Cabezas cree que en la ciudad todavía hay cómo transitar, aunque con problemas. “Hay puntos de congestión en horas pico, pero fuera de ese horario los autos se mueven en la ciudad de 15 a 20 km/h”.
Patricia Ruiz, presidenta de la Comisión de Movilidad del Cabildo, sostiene que los contraflujos no son una solución a largo plazo. “Es una primera forma de solución. Se debe pensar en medidas de restricción al parque automotor, como el pico y placa, pero para ello hay que completar la red de transporte”.
En eso concuerda Arias. Para él en la ciudad “ya no hay espacio para tanto carro. Hay que cambiar la visión de los planificadores e invertir en el mejoramiento del transporte público. La gente debe darse cuenta de que los autos causan la congestión y utilizar el transporte publico.
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