EFE
LONDRES
El regulador de fertilidad y embriología del Reino Unido ha anunciado hoy que ha dado luz verde a la creación de embriones híbridos, que combinan ADN de animales y seres humanos, destinados a la investigación con fines terapéuticos.
La Autoridad para la Fecundación y Embriología Humanas (HFEA) ha informado de que ha dado licencias a dos equipos de científicos para aplicar una medida que, según los médicos, puede ayudar a conseguir terapias para curar distintas enfermedades.
La HFEA ya adelantó el pasado septiembre que autorizaba en principio esa práctica, aunque su aprobación plena no se había consumado hasta ahora, tras efectuar varias consultas que indican que la ciudadanía acepta esa idea.
El regulador ha otorgado los permisos a dos universidades, el King's College de Londres y la Universidad de Newcastle (norte de Inglaterra), que había solicitado las licencias pertinentes.
"Herramienta científica" para tratar enfermedades
El doctor Lyle Armstrong, del equipo de la Universidad de Newcastle, ha mantenido que la decisión de la Autoridad es una "gran noticia". Armstrong ha querido hacer hincapié en que solo utilizarán los embriones híbridos como "una herramienta científica" para tratar enfermedades humanas.
Por contra, John Smeaton, director de la Sociedad para la Protección de los Niños Nonatos (SPUC), ha afirmado que la decisión del regulador representa un "golpe desastroso para la dignidad humana en el Reino Unido".
La decisión anunciada por la Autoridad para la Fecundación y la Embriología Humanas se ha tomado después de varios meses de consultas.
Opinión favorable en las encuestas
Los sondeos de opinión efectuados indican que un 61% de los británicos están a favor de la creación de esos embriones mixtos, frente a solo un 25% que se oponen y en el que destacan los grupos religiosos. Los también llamados embriones citoplásmicos tienen un 99,9% de ADN humano y solo el 0,1% restante, de origen animal.
Para su creación, los científicos usan óvulos de coneja o vaca, vaciados de casi toda su información genética, y en los que se implantan núcleos con ADN de distintos tipos de células humanas.
Los embriones resultantes son mayoritariamente humanos aunque en los mitocondrios, orgánulos de la célula donde se produce la energía mediante la degradación de moléculas orgánicas, queda un resto de ADN de procedencia animal. Las células madres o troncales que se extraen de los embriones son células no especializadas que pueden luego diferenciarse en distintos tipos de tejido, algo de lo que se ocuparán los científicos en el laboratorio.
Según sus partidarios, el empleo de óvulos de animales permitirá resolver la escasez de sus equivalentes humanos al proveer una fuente casi inagotable de células troncales.
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