Niña con leucemia se casa a los nueve años de edad

Es el caso de Jayla Cooper quien se unió en matrimonio con José Griggis, un niño de siete años que también padece de un cáncer terminal. ¿Qué hay detrás de estos últimos deseos antes de morir?

Jayla Cooper es una niña de nueve años que vive en Estados Unidos y que padece de leucemia y según lo que le han indicado los médicos tiene pocas esperanzas de vida. Es por esto que la jovencita decidió pedirle a sus padres su último deseo en vida: casarse.
Y si esto ya te parece sorprendente, te contamos que los padres de esta jovencita cumplieron su deseo y la casaron con José Griggs un niño de siete años, que también padece de leucemia y quien Jayla conoció en el hospital.

La pequeña Jayla antes de casarse con el niño, dio una serie de entrevistas en donde anunció feliz su boda. “Me van a poner un anillo. Él es muy guapo y lo amo”, comentó radiante.

Ahora, muchos pensaron que el casamiento de Jayla era una verdadera locura, sin embargo los padres de la pequeña quisieron cumplirle su deseo.

Tras la celebración de la boda, en donde Jayla lució un vestido blanco, el padre de la novia, aseguró que el niño era el más contento de todos.

Otros casos de últimos deseos

En el último tiempo han ido apareciendo varios casos de insólitos últimos deseos de quienes han sido diagnosticados por alguna enfermedad terminal.

Por ejemplo, está el caso de la británica Jade Godoy a quien se le diagnosticó un cáncer terminal y quien decidió vender los últimos días de su vida a un canal de televisión.

Y también esta el caso de Lisa Connell, a quien se le diagnosticó un tumor cerebral no operable y que decidió morir, siendo un clon de la actriz Demi Moore. Lo que implica que su madre, quien le hará realidad su último sueño en vida, deberá gastar millones en múltiples operaciones para que su hija quede igualita a la celebridad.

Pero nos preguntamos ¿qué hay detrás de todo esto?

De acuerdo a la sicóloga Pamela Verdugo, suele suceder con bastante frecuencia que una persona, que padece de una enfermedad terminal y que sabe que no tiene mucho tiempo de vida, pida últimos deseos.

“Esto es una forma de resolver los asuntos pendientes que esa persona tiene en la vida, que para uno puede ser casarse, o para otro puede ser otra cosa. El poder resolver esto, le da un sentido a la vida, además esto se convierte en una forma de enfrentar la propia muerte”.

¿Y qué pasa con los familiares o cercanos de estas personas? “Es muy complejo este tipo de situaciones para el entorno familiar y es muy común también que ellos quieran cumplirle el último deseo de esa persona que va a morir para que puedan irse sin esos asuntos pendientes, además para ellos, también esto es parte del proceso de duelo”.

Ahora, respecto a lo cuestionable que podría ser permitir como último deseos que una niña de tan sólo nueve años se caso con otro jovencito de siete, Verdugo nos asegura que “hay que entender que estas situaciones son límites, que no pueden ser medidas con el mismo criterio de ‘normalidad’ ya que a diferencia de los enfermos terminales, la personas en general no saben cuándo van a morir”.



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