El dólar es parte del día a día de los limeños

Actividades comerciales, compra-venta de inmuebles, el pago de arriendos se realizan en esta moneda. Tener dólares o euros es una opción para afrontar la crisis.

Los alrededores de la iglesia principal de Jesús María es uno de los sectores más comerciales de este distrito de Lima. Allí confluyen almacenes de todo tipo, centros comerciales, restaurantes y bancos.

Cerca de las entidades financieras ubicadas en este sector, especialmente las avenidas Garzón y Márquez, la presencia de los cambistas de moneda extranjera no pasa desapercibida.

Sus chalecos verdes con las palabras "Cambio moneda extranjera… Dólares o euros" los hacen visibles. Esta escena se repite en la mayoría de distritos que conforman Lima Metropolitana.

En esta parte de Jesús María son cerca de 80 personas que, de lunes a domingo, se dedican a esta actividad. Es que el dólar marca la cotidianidad de muchos limeños. El uso de esta moneda en transacciones diarias es tan normal como ocurre con el Nuevo Sol, la moneda oficial.

Manuel Masco es uno de ellos. Desde hace 25 años se dedica a esta actividad, llamada por los economistas el mercado paralelo. Mientras va contando detalles de su actividad, se le acerca Mercedes Segundo.

Ella quiere cambiar USD 350 que acaba de recibir de su esposo que emigró a los Estados Unidos hace 4 años. Esa es su cuota quincenal. Fin de mes, el monto llega a USD 500 ó 600, aunque dice que desde diciembre pasado, no ha superado los USD 400.

Con el monto que cambió (unos 1 080 nuevos soles) comprará los uniformes y útiles escolares y pagará una parte de la pensión de sus dos hijos. Las clases se iniciarán en marzo. Una buena parte de lo que recibe a fin de mes no lo cambia, ya que con ella cancela la cuota mensual, en dólares, por el departamento que
compraron hace dos años.

Manuel cuenta que, al día, mueve unos USD 3 000 en promedio. Eso le representa tener una ganancia diaria de unos 100 nuevos soles. Esta actividad está regulada. La Municipalidad tiene un registro de los cambistas y, el uso del chaleco y de su identificación, es obligatorio.