martes, 25 de noviembre de 2008

Como una historia de película



México | AP


Hiroshi Nohara revive La terminal, un filme protagonizado en el 2004 por Tom Hanks. Hace 3 meses está en aeropuerto mexicano.

Hiroshi Nohara ha vivido durante casi tres meses en el aeropuerto de Ciudad de México. Y al parecer no tiene intención alguna de irse pronto.

Por razones que no puede explicar, el ciudadano japonés ha estado en la terminal 1 del aeropuerto internacional Benito Juárez desde el 2 de septiembre, sobreviviendo con los alimentos que le regalan los restaurantes de comida rápida y durmiendo en una silla.

Al principio asustó a los pasajeros y las autoridades del aeropuerto le pidieron a la Embajada japonesa que investigara las razones por las que el maloliente sujeto se negaba a irse. Ahora se ha convertido en una especie de celebridad, con una cobertura casi diaria en televisión sobre su vida en el área de restaurantes.

Los turistas se detienen para fotografiarse con él u obtener su autógrafo.
Este nativo de Tokio tiene una visa de turista y un boleto de regreso a casa, pero nunca ha salido del aeropuerto. En una entrevista cerca del restaurante de la cadena McDonald’s, dice no tener motivo alguno para estar residiendo en el aeropuerto y que no sabe cuánto tiempo vivirá en él.

“No comprendo por qué estoy aquí”, dijo mediante un intérprete contratado originalmente por una estación de televisión. “No tengo una razón”, manifestó.

La Embajada no puede obligarlo a irse, y dado que su visa es válida, las autoridades tienen como único recurso el esperar a que expire a inicios de marzo.

Durante su visita, la barba de chivo de Nohara ha crecido. Su cabello pintado de rojo ha quedado cubierto de polvo y caspa, y su chaqueta color crema, así como su manta de lana, están evidentemente sucias por el exceso de uso. Y él mismo huele como si no se hubiera duchado en meses.

Varios restaurantes le han proporcionado a Nohara alimentos y bebidas gratis, muchas veces dándole también gorras y tazas de café con sus logotipos, para hacerse de publicidad gratuita ahora que aparece frecuentemente en televisión.

Y varias personas suelen regalarle pastelillos y hamburguesas, siendo este su alimento preferido ahora.

Se pasa horas conversando con buen humor con el intérprete, en una mesa cubierta con tasas de café frío, paquetitos de salsa de tomate y emparedados.

Jugueteando con su vello facial, Nohara dijo que la cinta La terminal, del 2004, en la que Tom Hanks interpreta a un residente de Europa oriental que termina viviendo en un aeropuerto de Nueva York, no fue algo que lo inspirara a hacer lo mismo.

La vio, afirma, y señala que hay ciertas similitudes. “Mi vida es la segunda parte de La terminal, dice sonriendo a su interlocutor.

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