El vehículo "Phoenix Mars Lander" ha detectado una nevada proveniente de las nubes marcianas y sus pruebas de laboratorio demuestran la interacción entre minerales y agua en estado líquido, informó hoy el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL).
Washington, EFE
El vehículo "Phoenix Mars Lander" ha detectado una nevada proveniente de las nubes marcianas y sus pruebas de laboratorio demuestran la interacción entre minerales y agua en estado líquido, informó hoy el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL).
La nieve fue detectada por un instrumento de láser diseñado para reunir información sobre el comportamiento de la atmósfera y la superficie marcianas, dijo un comunicado del organismo de la NASA.
Las nubes de donde provenía esa nieve se encontraban a unos 4,2 kilómetros por encima del punto donde descendió la nave de la NASA y los datos indican que se evaporó antes de tocar tierra.
"Nunca se había visto nada como esto en Marte", dijo Jim Whiteway, científico de la Estación Meteorológica del Phoenix y miembro de la facultad de la Universidad de York, en Canadá.
"Ahora buscaremos indicios de que esa nieve ha llegado a la superficie", agregó.
Según el comunicado de JPL, durante los experimentos realizados por Phoenix también se detectaron indicios de la existencia de carbonato de potasio, el componente principal de la tiza, y partículas que podrían ser de arcilla.
En la Tierra la mayoría de los carbonatos y la tiza se forman solo en presencia de agua en su forma líquida.
"Todavía estamos recogiendo datos y son muchos los análisis que tendrán que realizarse, pero estamos avanzando hacia la respuesta de las grandes preguntas que nos hicimos desde el comienzo", indicó Peter Smith, científico de la Universidad de Arizona e investigador del Phoenix.
Las pruebas de que hay carbonato de calcio en las muestras de suelo recogido por el brazo robótico de Phoenix provienen de dos instrumentos de su laboratorio de a bordo.
"Hemos encontrado carbonato y esto apunta a episodios de interacción del agua en el pasado", señaló William Boynton, científico del Analizador Termal de la nave.
Desde que descendió en Marte el pasado 25 de mayo, el vehículo ya ha confirmado que hay agua congelada en una capa subterránea en la región norte del planeta.
Phoenix se encuentra en su quinto mes de operaciones en la superficie marciana, pese a que se le diseñó para que funcionara durante solo tres meses.
Sin embargo, según informó el comunicado de JPL, la nave ha comenzado a sufrir una disminución de radiación solar que le obligará a reducir sus actividades en los próximos meses.
"Durante tres meses después del aterrizaje el sol nunca se puso en el horizonte", dijo Barry Goldstein, director del proyecto en JPL.
"Ahora desaparece durante más de cuatro horas cada noche y la producción de los paneles solares se reduce cada semana. Antes de que termine octubre no habrá energía suficiente para usar el brazo robótico", agregó.
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