miércoles, 13 de agosto de 2008

Lugo quiere seguir el ‘look’ informal de Correa, Morales y Chávez

Asunción, AFP

El traje informal de los presidentes Rafael Correa, Evo Morales (Bolivia) y Hugo Chávez (Venezuela) se impondrá también en Paraguay cuando Fernando Lugo asuma este viernes en presencia de 11 jefes de estado y 97 delegaciones extranjeras.

El ex obispo católico -que recibió dispensa del Vaticano para ejercer la presidencia por cinco años- anunció que no usará corbata cuando jure como presidente el viernes en un acto programado en la plaza del Congreso.

Sin embargo, aclaró que usará zapatos y no sandalias como lo hizo durante casi toda su campaña electoral.

Además, emulará a su “amigo” Correa, en el uso de una camisa blanca completamente abotonada, que deja además una imagen de religioso, aunque sin el cuello clerical tradicional.

“Ese día no voy a usar sandalias”, dijo jocosamente Lugo, que gobernará desde su casa de las afueras de Asunción, donde hoy estaba calzado con unas zapatillas japonesas.

Lugo dijo que su discurso del viernes no tendrá más de cinco páginas.

Entre otras cosas, reveló que hablará de la independencia paraguaya de 1811, que llamará a la unidad nacional “para sacar adelante” a Paraguay y que concluirá con citas del poeta Elvio Romero.

Los periodistas que siguen a Lugo coincidieron en que está “mucho más producido” que cuando comenzó su campaña electoral, incluida la reconstrucción de los incisivos de su maxilar inferior.

Lugo fue electo con 40% de los votos en las elecciones del 20 de abril, al frente de la coalición Alianza Patriótica para el Cambio (APC), de centro izquierda.

El ex obispo venció a Blanca Ovelar (30%), del partido Colorado oficialista.

El presidente saliente Nicanor Duarte, que finalizará su mandato el 15 de agosto, será el último gobernante colorado de 61 años de hegemonía.

Duarte se excusó de entregar personalmente el bastón de mando presidencial a su sucesor, protocolo que estará a cargo del titular del Congreso, González Quintana.

Desde el 20 de abril, sus partidarios -hoy sus detractores- lo llaman “el mariscal de la caída”.

El mandatario saliente jurará como senador activo por su partido, cuando abandone el viernes la presidencia.

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