viernes, 15 de agosto de 2008

Georgia firma alto el fuego y Rusia se proclama único árbitro del Cáucaso

GORI, Georgia | AFP


El presidente georgiano Mijail Saakashvili firmó este viernes un alto el fuego y obtuvo el respaldo de Estados Unidos para exigir la salida de las tropas rusas, aunque Moscú, sin dar señales de repliegue, puso en duda que Tiflis recupere las zonas pro rusas de Abjasia y Osetia del Sur.

"Tras la firma de ese acuerdo, todas las fuerzas rusas (...) deben irse inmediatamente", dijo la secretaria estadounidense de Estado, Condoleezza Rice, en una rueda de prensa junto a Saakashvili en Tiflis.

Estados Unidos, agregó, quiere la instalación en Georgia de una fuerza internacional de paz "neutral".

Saakashvili proclamó por su lado que Georgia no cederá ni un "kilómetro cuadrado" y no renunciará a Abjasia y Osetia del Sur.

Pero poco antes el presidente ruso, Dimitri Medvedev, puso en primer plano el rechazo de lo surosetos y los abjasos a una fuerza de paz internacional y afirmó el papel de Rusia como único "garante" de la estabilidad regional.

"Rusia, como garante de la seguridad en el Cáucaso y en la región, tomará la decisión de apoyar sin ambigüedades la voluntad de esos dos pueblos", dijo Medvedev en una rueda de prensa junto a la jefa del gobierno alemán Angela Merkel.

"Desgraciadamente, con lo que ha ocurrido es poco probable que los surosetos y los abjasos puedan vivir en un mismo Estado con los georgianos", advirtió.

Rusia parece así haber elevado la apuesta inicial de su intervención, consistente en defender a los surosetos de la tentativa militar de Tiflis de recuperar el control sobre la zona.

Estados Unidos y Alemania levantaron el tono.

"La amenaza y la intimidación no son formas aceptables de conducir la política externa en el siglo XXI" y actuando de ese modo Rusia se encontrará en una situación de "confrontación y aislamiento", advirtió el presidente George W. Bush en una dclaración en la Casa Blanca.

Merkel, en su rueda de prensa en Sochi, declaró que "el punto clave para una solución política debe ser la integridad territorial de Georgia".

Y en clara contradicción con la afirmación de Medvedev sobre el papel tutelar de Rusia en la región, la canciller alemana sostuvo que seguía "vigente" la aspiración de Georgia y Ucrania (dos países que integraban la hoy difunta Unión Soviética) de adherir a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

En el terreno, un convoy de diez blindados rusos avanzó el viernes en territorio georgiano a partir de la ciudad estratégica de Gori y se detuvo a 40 km de Tiflis, constató un periodista de la AFP.

La columna, cuyo primer vehículo enarbolaba una bandera rusa, recorrió unos 25 km al este de Gori, antes de detenerse a 40 km de la capital georgiana, cerca de la localidad de Igoieti.

El convoy se dividió a continuación y la mitad de los vehículos se dirigió al noreste, hacia el pueblo de Lamiskana.

En el centro de Gori no se veían soldados rusos, aunque numerosos blindados estaban apostados a pocos kilómetros, en la carretera que va a Tsjinvali, la capital de Osetia del Sur, informó un periodista de la AFP.

En dos plazas de una ciudad fantasmagórica, tapizada por vitrinas rotas y con las fachadas perforadas de balas, varios cientos de habitantes, en su mayoría de mediana edad, esperaban ayuda humanitaria de Tiflis.

"Necesitamos pan y azúcar. Nos hemos quedado sin gas, electricidad y agua", describió Sashka Korguishela, de 44 años.

A dos kilómetros de Gori, varias decenas de soldados rusos y seis vehículos blondados bloqueaban la ruta de Tiflis, y sólo dejaban pasar algunos camiones de la Cruz Roja.

"Ignoramos cuanto tiempo nos quedaremos aquí. Los oficiales no nos dijeron nada sobre irnos hoy", afirmó un soldado ruso que solicitó el anonimato.

Un oficial declaró que "todavía no se ha decidido nada" respecto a la partida.

Según el portavoz de la presidencia georgiana, los blindados rusos continúan también sus movimientos en Georgia occidental.

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