miércoles, 27 de agosto de 2008

Con las piernas de Robocop

No se trata del bíblico «levántate y anda», porque Lázaro estaba muerto y Radi Kaiof «sólo» parapléjico. Además, al hermano de Marta y María fue el propio Dios quien le resucitó en Betania, mientras que al ex paracaidista Kaiof ha sido apenas un ingeniero, por más señas parapléjico también, quien le ha devuelto la movilidad perdida. El caso es que este antiguo militar israelí llevaba veinte años en una silla de ruedas desde que resultara herido en acto de servicio, en 1988. Dos décadas después, y cuando ya no lo esperaba, Radi Kaiof, de 41 años, se ha vuelto a poner en pie -«ahora puedo hablar a la gente a la cara y mirarles a los ojos, a su misma altura», ha dicho satisfecho- y ha andado de nuevo con la ayuda de un exoesqueleto electrónico ideado por el ingeniero, también israelí, Amit Goffer.
Son unas piernas robóticas, sí, pero piernas al fin y al cabo, y aunque el feliz Kaiof no puede evitar un cierto zumbido y unos chirridos sospechosos -nada que ver con el desagradable sonido de Robocop al dar media vuelta- cuando camina por el centro de Tel Aviv, el caso es que camina. Y bastante bien, al parecer, aunque debe usar muletas con el fin de guardar el equilibrio ya que el flamante exoesqueleto le impulsa, pero no logra equilibrarle en marcha.

El utilísimo artilugio, denominado ReWalk -caminar de nuevo-, consiste en eso, un esqueleto externo para sus piernas. Es decir, una estructura metálico-plástica semirrígida y muy ligera, que consigue mantener a la persona erguida e imitar el movimiento de sus rodillas y caderas mediante rótulas articuladas. El invento incluye un sistema de sensores que va adosado a la muñeca y que traduce sus movimientos en órdenes para que el exoesqueleto realice diversas tareas: levantarse, sentarse, andar, subir escaleras, bajarlas... lo más imprescindible, vamos. El control computerizado y las baterías recargables van alojados en una mochila.
Su inventor, el ingeniero Goffer, es parapléjico también desde un accidente sufrido en 1997. Pero no puede beneficiarse del ReWalk porque no disfruta de la plena movilidad de sus brazos, por lo que no logra manejar las muletas que le permitirían guardar el equilibrio.
Este sistema, que puede devolver una movilidad inesperada a muchos miles de parapléjicos en todo el mundo, ha sido desarrollado por la firma de alta tecnología Argo Medical Technologies. Ahora se halla en fase de pruebas en el centro médico Sheba de Tel Aviv. Tras una segunda fase de ensayos a realizar en Pensilvania (EE.UU.), el ReWalk será comercializado en 2010 con un precio estimado de unos 13.600 euros.

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