jueves, 10 de julio de 2008

Crean una técnica para extirpar un cáncer y radiar a la vez

Ya es posible extirpar un cáncer y, de inmediato, aplicar radioterapia en la zona donde se encontraba el tumor, lo que reduce tanto la agresividad de la radiación como el postoperatorio. Esta técnica se llama radioterapia intraoperatoria por laparoscopia en cirugía abdominal y ha sido desarrollada por un equipo médico multidisciplinar del Hospital Gregorio Marañón, de la Comunidad de Madrid.
El sistema -pionero en España y el de mayor experiencia en Europa-, ya ha sido aplicado en 16 enfermos con cáncer de recto con resultados muy positivos. El equipo médico que ha investigado y desarrollado dicha técnica está compuesto por oncólogos radioterápicos, cirujanos, anestesistas, radiofísicos, técnicos y personal especializado de enfermería. Ayer se visualizó dicha técnica. La explicaron los doctores Felipe Calvo, jefe del departamento de Oncología, y Rafael Herranz, jefe de Oncología Radioterápica del hospital.
Este nuevo protocolo de operación -la radioterapia intraoperatoria laparoscópica- se caracteriza por ser poco invasivo pues consiste en hacer cuatro pequeños orificios en el abdomen por los que se introduce el material de disección, que corte y extirpa el tumor, así como una cámara que posibilita operar desde el interior del cuerpo sin necesidad de hacer una gran herida con el bisturí.
Objetivo calculado
En cuando la extirpación del cáncer ha terminado, se introduce el cañón de electrones que transmite la radiación. El dispositivo -en forma de tubo- se orienta hacia la zona donde se encontraba el tumor y, después de apartar todos los órganos desplazables para que no se vean afectados por la radiación, se traslada al enfermo a una especie de búnker donde, ahí sí, se le aplica la radiación, una dosis que suele ser más pequeña porque tiene el objetivo claramente calculado y así no daña tejidos sanos.
La radioterapia intraoperatoria durante la cirugía laparoscópica es un tratamiento guiado quirúrgicamente que permite aumentar el nivel de precisión de la irradiación de tumores mediante el control visual directo de la zona y protección en tiempo real de los tejidos sanos próximos al área a irradiar. Según los médicos, además el proceso laparoscópico, al ser menos agresivo, minimiza el estrés quirúrgico en el enfermo oncológico.
Los médicos también explicaron que otra de las ventajas de este procedimiento es que «todos los tumores pueden recibir este tratamiento, si bien los cánceres de recto y los sarcomas son los que se han tratado en mayor proporción y con resultados muy positivos».
La técnica, calificada por el doctor Calvo como «una genialidad», se ha desarrollado después de catorce años de investigación. «En oncología -añadió- curamos a muchos pacientes, pero no a bastantes. Hay que investigar, crear y desarrollar técnicas para llegar a todos los tumores».
Con la técnica presentada ayer -acto al que asistió el consejero de Sanidad, Juan José Güemes-, se acorta el periodo de tratamiento porque las dosis de radioterapia están mucho más ajustadas y dispuestas para dar en la diana, evitando así dañar tejidos sanos.

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