El gobierno de Álvaro Uribe acusó al presidente Rafael Correa de impedir a sus militares combatir a las FARC en el Ecuador. La cúpula militar da 48 horas a Bogotá para que presente pruebas.
El Gobierno de Colombia acusó al mandatario ecuatoriano Rafael Correa de efectuar declaraciones “contradictorias” e “incumplir compromisos”, con lo cual impide superar los conflictos bilaterales.
En un comunicado, Colombia señaló que Correa había aceptado la sugerencia del Grupo Carter (del ex presidente estadounidense, Jimmy Carter) de no hacer “declaraciones negativas” para mejorar las relaciones con el país vecino.
Colombia expresó que el gobierno de Correa cayó en contradicciones porque, primero, negó conocer de la presencia de las FARC y de Raúl Reyes en suelo ecuatoriano, y luego admitió que tuvo acercamientos para impulsar un canje humanitario de secuestrados.
El ministro de Defensa, Javier Ponce, negó las acusaciones y emplazó a Colombia a probar sus denuncias en un plazo de 48 horas.
El gobierno de Bogotá tiene ese plazo para justificar sus acusaciones contra Correa.
El Gobierno dio un plazo de 48 horas para que Colombia presente las pruebas de la nueva denuncia que ayer hizo pública en un comunicado de prensa donde señala que las Fuerzas Armadas de Ecuador fueron desautorizadas por el presidente Rafael Correa cuando adelantaban operaciones contra las FARC en territorio nacional.
Ayer en la base del aeropuerto Mariscal Sucre de Quito, el ministro de Defensa, Javier Ponce, junto al alto mando militar conminó al presidente Álvaro Uribe a que sustente la denuncia.
“Si en 48 horas el Gobierno de Uribe no demuestra la afirmación que acaba de hacer, nuevamente quedará como un régimen mentiroso”, sostuvo.
El jefe del Comando Conjunto de las FF.AA., general Fabián Varela, aclaró que en ningún momento los militares recibieron alguna disposición del presidente Correa para suspender operaciones contra las FARC, como señala el comunicado.
Contradicciones
Previamente, Colombia reclamó a Correa por “declaraciones contradictorias” y “falta de seriedad a un compromiso” asumido para mejorar las relaciones bilaterales rotas, tras una incursión militar colombiana en territorio ecuatoriano para atacar una base de las FARC el pasado 1 de marzo.
En un extenso comunicado de 14 puntos leído por el portavoz de la Casa de Nariño, César Mauricio Velásquez, Colombia dijo también que ha sabido, por fuentes que no detalló, que “las FF.AA. de Ecuador fueron desautorizadas por Correa cuando adelantaban operaciones contra las FARC en la selva ecuatoriana”.
La declaración de Bogotá se produjo un día después de que Correa expresara, en una visita a México, que es una “payasada” decir que Bogotá había informado a su gobierno sobre las bases rebeldes y ratificó que no había excusas para la masacre de más de 20 de personas a manos de militares colombianos.
Según el comunicado, Correa aceptó la sugerencia del Grupo Carter (del ex presidente estadounidense Jimmy Carter) de contribuir, sin declaraciones negativas, a mejorar las relaciones con Colombia y, a través de este Grupo, envió un mensaje positivo al presidente Uribe.
Entre las contradictorias declaraciones indicadas por Bogotá, figura, según la nota, que el Gobierno de Ecuador se contradice al asegurar que no sabía de la presencia de las FARC ni de Raúl Reyes, mientras otras veces reconoce que tuvo contactos con ese grupo para buscar un acuerdo humanitario.
La Cancillería analiza el documento enviado por Colombia para dar una respuesta.
Nexos
En el comunicado, Bogotá ratificó que ha entregado pruebas sobre posibles nexos de integrantes del Gobierno ecuatoriano y de aportes a la campaña de Rafael Correa por parte de las FARC.
Críticas
Correa ha descalificado los documentos supuestamente hallados en los computadores de Raúl Reyes en el sitio bombardeado, y ha fustigado a Bogotá por violar su territorio y matar a un ciudadano ecuatoriano en el campamento del rebelde.
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