WASHINGTON, EE.UU. | Reuters
Dormir muy poco duplica el riesgo de los niños pequeños de desarrollar sobrepeso y aumenta las chances de que padezcan ansiedad y depresión en el futuro, informaron investigadores.
Varios estudios publicados en la revista Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine suman evidencia a la idea de que descansar lo suficiente tiene muchos beneficios para la salud.
Investigaciones previas mostraron que los niños mayores y los adultos que duermen muy poco son más propensos a aumentar mucho de peso. Los investigadores dirigidos por la doctora Elsie Taveras, de la Escuela de Medicina de Harvard, revelaron que esto también sucedía en los niños pequeños.
En un estudio que incluyó a 915 niños de Massachusetts, los expertos hallaron que aquellos que dormían menos de 12 horas por día en los primeros dos años de vida eran dos veces más propensos a tener sobrepeso a los 3 años que los chicos que dormían más.
Los niños muy pequeños necesitan más horas de sueño y los que participaron de este trabajo dormían un promedio de 12,3 horas diarias.
"Hay consecuencias para los chicos que no duermen bien, aún a esa edad", dijo Taveras durante una entrevista telefónica. "Esto será importante para ayudar a los padres a aprender cómo mejorar la calidad del sueño de sus hijos", añadió la experta.
La televisión suele empeorar las cosas, dado que los niños que miran dos horas o más por día a los 2 años son más proclives a tener sobrepeso a los 3, indicaron los autores.
Taveras manifestó que lograr que duerman lo suficiente es más difícil cuando el televisor, la computadora y la consola de videojuegos están en el cuarto de los niños.
Los investigadores señalaron que estudios previos sobre adultos y chicos más grandes mostraron que restringir el sueño modifica ciertos niveles hormonales, lo que posiblemente estimula el hambre y el aumento de peso.
Otro equipo de científicos dirigido por Alice Gregory, de la University of London, examinó las consecuencias emocionales a largo plazo de la escasez de horas de sueño en la infancia.
Los expertos reunieron datos sobre 2.076 chicos daneses de entre 4 y 16 años y luego los consultó cuando eran adultos sobre varios síntomas emocionales y conductuales.
Los niños que habían dormido menos informaron más ansiedad, depresión y conductas agresivas en la adultez, indicaron los investigadores.
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