WASHINGTON | AFP
El gobierno estadounidense pedirá a las compañías aéreas y marítimas que tomen las huellas digitales a los extranjeros que abandonan el país, una medida controvertida destinada a luchar contra el terrorismo y la inmigración clandestina.
El Departamento de Seguridad Interior anunció este martes un proyecto que será sometido a debate durante los dos próximos meses antes de una eventual aplicación.
"Elaboramos un sistema de entrada eficaz, y cuando lo combinemos con el sistema de salida propuesto, habremos dado un paso de gigante para la seguridad de las fronteras de Estados Unidos", declaró en un comunicado el secretario de Seguridad Interior, Michael Chertoff.
Desde enero de 2004 los servicios de inmigración toman una foto y las huellas a cada uno de los extranjeros que llegan a Estados Unidos, para identificar a las personas que viajan con una identidad falsa, sean o no terroristas o traficantes de drogas.
Ya se han acopiado 90 millones de huellas, pero el programa US-VISIT prevé tomar también las huellas de los viajeros cuando parten de Estados Unidos, lo que permitiría entre otras cosas identificar a quienes se quedaron más allá del tiempo autorizado, a pesar de que hasta ahora nada está previsto para los puestos de las fronteras terrestres.
El proyecto estipula que partir de enero de 2009 las compañías aéreas y marítimas deberán tomar ellas mismas esas huellas y transmitirlas al gobierno dentro de las 24 horas posteriores a la partida de sus pasajeros extranjeros.
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