El uso de toxinas de botulismo, como en el popular tratamiento cosmético Botox, puede acarrear serios efectos colaterales que incluyen la muerte, advirtieron el viernes las autoridades sanitarias de Estados Unidos aunque sin prohibir su utilización.
La agencia federal del control de medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) "recibió informes de sistémicas reacciones adversas, entre ellas problemas respiratorios y la muerte, tras el uso de la toxina del botulismo", indicó un comunicado de la institución.
"Las reacciones reportadas son indicativas de botulismo, lo que ocurre cuando la toxina del botulismo se extiende por el cuerpo, más allá del sitio donde fue inyectada", agrega el informe.
Los efectos secundarios ocurrieron en pacientes niños y adultos que fueron tratados con esta toxina para tratar condiciones diversas como espasmos en las piernas, párpados o cuello; suavización de las líneas de expresión o exceso de sudoración.
Este informe se suma a una serie de estudios de la FDA sobre la seguridad de las toxinas de botulismo, y ocurre dos semanas después de que un grupo de derechos del consumidor pidiera que el Botox, la toxina usada por millones de personas en el mundo para "planchar" las arrugas, sea utilizado con advertencias sanitarias más estrictas.
El grupo de defensa Public Citizen, fundado por el ex candidato presidencial Ralph Nader, llamó el mes pasado a la FDA a que "aumente inmediatamente las advertencias (...) sobre el uso de la toxina del botulismo" debido a las "serias reacciones adversas, incluyendo muertes, vinculadas a este tratamiento".
Esta agrupación indicó que entre noviembre de 1997 y diciembre de 2006 murieron 16 personas, de los 658 casos reportados de gente que "sufría efectos adversos tras inyecciones de la toxina del botulismo".
La FDA indicó, no obstante, que "no ha concluido que haya una relación causal entre los productos de este fármaco y las emergencias ocurridas" y por ello "no está advirtiendo a los profesionales de la salud de que cesen de prescribir estos productos".
La toxina del botulismo es un veneno natural, 40 millones de veces más poderosa que el cianuro, que se halla en la comida descompuesta.
Cuando se inyecta, pequeñas dosis de esta toxina paralizan el músculo e impiden su contracción durante cuatro a seis meses, lo que es ideal para eliminar temporalmente arrugas faciales, pero fatal si afecta a los músculos equivocados, como el corazón.
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