Como si el cáncer de pulmón y las enfermedades cardíacas no fueran suficientes, un grupo de científicos suizos ha descubierto que los fumadores también son más propensos a padecer diabetes del tipo 2.
El riesgo es un 44% más alto que en el caso de los no fumadores, revela el estudio que publica el 'Journal of the American Medical Association'.
"Sabíamos que algunos estudios ya habían señalado esa interrelación, pero no pensábamos que existían tantos. Hemos encontrado 25 estudios, de los cuales todos – excepto uno – demuestran que los fumadores tienen un riesgo elevado de padecer diabetes", explicó a swissinfo Carole Willi, de la Universidad de Lausana.
Willi y sus colaboradores han realizado un examen sistemático y un metaanálisis de estudios científicos que establecen una interconexión entre el fumar y la incidencia de diabetes del tipo 2 y otras irregularidades de metabolismo glucídico.
La diabetes del tipo 2 —frecuentemente asociada al sobrepeso, dietas rígidas y una vida sedentaria— se propaga cada vez más en muchos países, incluido Suiza.
Willi descubrió que el riesgo de desarrollar este tipo de diabetes es aún mayor en personas que fuman mucho. Los que consumen al menos 20 cigarros diarios tienen una probabilidad del 61% más alta de padecer diabetes que los no fumadores.
También pudo mostrar que el riesgo se reduce si se abandona el tabaco. Las personas que han dejado de fumar tienen un riesgo del 23% en comparación con no fumadores.
"Para la salud pública es un dato muy importante porque la incidencia de la diabetes se está incrementando. La prevención de la dolencia es otra razón para dejar o no empezar a fumar", añadió Willi.
Según datos publicados en 2007, un 30% de los suizos fuma.
Argumentos contundentes
Willi confirmó que los estudios examinados no pueden probar que fumar es una causa directa para la diabetes. Sin embargo, sí sostuvo que reúnen varios criterios recomendados que lo indican.
"Es cierto que el aumento de las enfermedades diabéticas puede estar relacionado con otras conductas insalubres como la falta de ejercicio, una dieta desequilibrada o el estrés. Pero disponemos de varios datos que nos hacen pensar que existe una relación causal."
Afirmó que, en primer lugar, hay una correlación temporal: el fumar cigarros antecede en todos los estudios analizados la incidencia de la diabetes.
"Otro factor, que yo personalmente considero el más importante, es que existe una [...] correlación: el riesgo de padecer diabetes aumenta cuánto mayor sea el número de fumadores", conjeturó.
En tercer lugar, una relación causal podría explicarse biológicamente, ya que fumar puede conducir a una resistencia a la insulina o a reacciones derivadas de la secreción insuficiente de insulina, como señalan algunos, aunque no todos los estudios.
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