viernes, 7 de diciembre de 2007

Credibilidad de Bush, otra vez en duda (fuente univision.com )

El tema iraní revivió viejos fantasmas

AFP

WASHINGTON - La credibilidad del presidente George W. Bush volvió a ser cuestionada esta semana, al exagerar aparentemente la amenaza de armas de destrucción masiva, no ya las del Irak de Sadam Hussein, sino de las que -según el mandatario- Irán trata de dotarse.

Informe de inteligencia

La Casa Blanca procura desde el lunes librarse de las repercusiones no sólo diplomáticas, sino también políticas, de un informe de los servicios de inteligencia que ponen en duda el discurso sobre Irán de un presidente cuya credibilidad ya está seriamente cuestionada.

El informe dice que Irán habría detenido en 2003 un programa secreto para fabricar un arma nuclear y estaría menos decidido a dotarse de una bomba atómica.

A pesar de que el documento opina que el régimen islámico se reservaba la opción de un proyecto nuclear militar al continuar con actividades que podrían desviarse de su aplicación civil, podría complicar considerablemente los esfuerzos de Bush para que se aprueben nuevas sanciones internacionales contra Teherán.

Las armas de Hussein

También ha despertado brutalmente viejos demonios interiores: ¿los servicios de inteligencia, cuyas erróneas informaciones sobre la amenaza que representaba Saddam Hussein sirvieron para justificar la guerra en Irak, aprendieron la lección?, ¿cómo pudieron el presidente y su gobierno hacer sonar la alarma contra Irán con semejante fuerza que hicieron temer la posibilidad de una nueva guerra?

Los enfoques del presidente y su gobierno agregaron a estas preguntas una más: cuando el 28 de agosto advertía sobre el peligro de un "holocausto" nuclear si Irán se hacía con la bomba, o el 17 de octubre, cuando agitaba el fantasma de una tercera guerra mundial, ¿Bush sabía que el régimen islámico había detenido su programa secreto de armas nucleares?

No, pareció responder Bush el martes, al día siguiente de la publicación del informe de los servicios de inteligencia.

Defensa incoherente

Ahora bien, según testimonios de la propia Casa Blanca, el número uno de los servicios de inteligencia, Mike McConnell, ya había informado a Bush en agosto.

Bush dijo que McConnell le dijo "tenemos nuevas informaciones" pero que no le dijo "cuáles eran esas informaciones".

Enfrentada desde el miércoles a las incoherencias de su defensa, la administración precisó su versión.

Según la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, McConnell reveló dos cosas a Bush: primero, que los servicios de inteligencia establecieron que Irán efectivamente había tenido un programa nuclear secreto, segundo, que el mismo "se podría haber suspendido".

Y que McConnell le había dicho que necesitaba más tiempo para confirmar sus informaciones.

"Admito que (Bush) pudo haber sido más preciso en sus palabras", dijo la portavoz a los periodistas. Pero "decía la verdad".

Cinco días más tarde

Y fue recién el 28 de noviembre, cinco días antes de la publicación del informe, que Bush fue informado en detalle de su contenido.

Según la administración Bush, el documento no cambia nada: Irán sigue siendo un "peligro".

Muchos se sorprendieron de que no se le recomendara antes a Bush de que bajara el tono. Según The New York Times, el informe de inteligencia dio lugar hace dos semanas a una reunión del equipo de Bush para la seguridad nacional con el vicepresidente Dick Cheney, pero sin el presidente.

Joseph Biden, senador de la mayoría demócrata en el Congreso y candidato a la sucesión de Bush, se negó a creer que el presidente no haya sido advertido por su entorno. "Si es verdad, tiene el equipo más incompetente de la historia (...) moderna de Estados Unidos, y es uno de los presidentes más incompetentes de la historia moderna de Estados Unidos", agregó.

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