Un grupo de 108 trabajadores de Pacifictel reclaman que fueron despedidos sin motivo aparente, situación ante la que Walter Guerra, presidente Ejecutivo de la telefónica, solicitó resguardo policial permanente en las dependencias.
Este despido masivo es parte de una reingeniería administrativa y financiera que fue anunciada por Guerra en su oficina central, que, según dijo, significa entre otras cosas, "dotar a la empresa de procedimientos, normas y reglamentos que no los tenía".
Además tiene una propuesta de cambio en la legislación laboral que pretende enviar para su discusión en la Asamblea Constituyente. "¿Cómo puede ser posible que un trabajador de "X" empresa del estado pretenda irse con 200 o 300 mil dólares de liquidación, les parece a ustedes justo?", cuestionó Guerra.
En la oficina central de Pacifictel, Glenda García denunció que su despido, luego de 8 años de labores, no tuvo motivo aparente ni notificación. "Nunca me notificaron, ellos mandan una notificación con fecha pasada y dicen que ya habían notificado, porque aquí para eso si son buenos".
Según Guerra sería necesario que queden 1.500 de los 2.900 trabajadores de los que tienen actualmente para que la empresa alcance una completa optimización.
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