lunes, 17 de septiembre de 2007

Juan Gabriel enfurece a jefe de cartel de Cali con beso

El afamado cantante y compositor mexicano Juan Gabriel escapó asustado de una presentación privada que ofreció en 1989 por el cumpleaños de Gilberto Rodríguez Orejuela, cabecilla del cartel de Cali, quien reaccionó furioso cuando el artista lo besó a son de broma.

"Eran los 50 años de él (Gilberto) y entonces le dieron de regalo (el concierto de) Juan Gabriel, le gustaba mucho la música de él y lo contrataron. Vino desde Miami en un vuelo privado a Cali y de ahí en helicóptero a la finca en que era la celebración", afirmó en entrevista telefónica con AP Fernando Rodríguez Mondragón, hijo del convicto narcotraficante.

En medio de la celebración, después de que Juan Gabriel y los invitados bebieran varias copas, José Santacruz, otro de los líderes de la organización criminal, le pidió al músico mexicano que al cantar la próxima canción se acercara a Rodríguez Orejuela, lo abrazara y le diera un beso a manera de broma.

El artista cumplió la petición de Santacruz, pero "mi papá se emberraca (enfurece)", insulta al artista y se dispone a pegarle, relató, "pero la gente rodeó a Juan Gabriel para protegerlo".

Rodríguez Mondragón está a punto de publicar un libro con las intimidades de la relación que tuvo con su padre, quien purga condena de prisión en Estados Unidos por narcotráfico.

Dijo que Rodríguez Orejuela no alcanzó a golpear al cantante, sólo lo insultó y "ahí se acabó el concierto". Juan Gabriel entonces fue sacado de la finca y devuelto a su casa en el mismo avión privado en que había llegado.

Y Rodríguez Mondragón habla de mucho más en "El hijo del ajedrecista", título de su obra en alusión al mote con que se conocía a su padre por su astucia para burlar a la justicia y sus rivales. También revela la participación de otras celebridades en fiestas de la familia.

"Para el matrimonio de mi hermano estuvieron (los salseros) Oscar DLeón, Ricarena y (el grupo) Niche en una fiesta (que duró) hasta las 10 de la mañana" del día siguiente, para el cumpleaños de su abuela cantó la cubana Albita Rodríguez, para un festejo de su tía Amparo tocó El Gran Combo de Puerto Rico y para las fiestas de los niños "El Chavo del 8 venía con (Roberto Gómez) Bolaños, La Chilindrina, el Profesor Jirafales", dijo.

Los aludidos o sus representantes no respondieron de inmediato llamadas y correos electrónicos en busca de comentarios.

Rodríguez Mondragón dijo que su libro es producto de las reflexiones y anécdotas que recopiló durante cinco años de confinamiento, también por tráfico de drogas, que cumplió hasta el 2005.

"Cuento todas las vivencias de niño, de joven, de adulto. Cómo me enteré de los negocios de mi padre, la gran opulencia, los gustos que nos dimos, los personajes y la gente que conoció, los políticos", relató Rodríguez Mondragón, de 48 años.

Los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela se enriquecieron traficando cocaína a Estados Unidos y otros países durante la década de 1990, al extremo que sus fortunas les permitían llevar una vida de lujos y derroches, como fue haber poseído el equipo de fútbol de Cali, el América.

El autor dijo que su padre está al tanto de su libro y que "dice que él no está de acuerdo".

Sobre su vida familiar, el libro relata "un periodo largo, mi niñez en un colegio "normalito. Yo paso de vivir en Cali en una casita pequeña al lado del ferrocarril a vivir a un mejor sitio, al lado del estadio Pascual Guerrero y vamos escalando a través de los años", explicó el autor.

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