La Policía de la localidad barcelonesa de Sitges arresta a una cocainómana de 33 años que había intentado prostituir también a su otro retoño, de siete años, a cambio de dinero.
EFE
Las agresiones de los adultos a los niños se han convertido, desgraciadamente, en algo cotidiano en la actualidad de España. Si hace unos meses la sociedad quedó convulsionada por el drama de Alba, ayer se añadió un capítulo nuevo a esta negra serie. La Policía local de Sitges (Barcelona) detuvo el lunes a una mujer por ofrecer a su hijo menor, de dos años, para realizar actos sexuales a cambio de dinero, según confirmó la Guardia Civil, quien aún investiga el caso. La arrestada se encuentra imputada por delitos de corrupción de menores y en libertad con cargos.
La fémina, María Jesús A. C., de 33 años y vecina de Sant Pere de Ribes (Barcelona), tiene dos hijos, uno de dos años y otro de siete, que fueron entregados a su padre, que se encuentra separado judicialmente. En el momento del arresto, llevaba cocaína.
La mujer ofreció a su hijo al propietario de un establecimiento de Sitges, al que le aseguró que tenía problemas para llegar a fin de mes porque su marido no le pasaba la pensión. Anteriormente, le había solicitado trabajo y posteriormente dinero -a cambio de las sustancias estupefacientes que llevaba encima- o alguna prenda de ropa. Fue el dueño del local el que llamó a la Policía Local, quien la detuvo tras escuchar las versiones de ambos.
Las investigaciones de la Benemérita solo han podido determinar que la imputada intentó ofrecer al niño de dos años para realizar actos sexuales, no al mayor -aunque aún no está del todo descartado este extremo, si bien parece muy probable-, pero siguen haciendo averiguaciones para determinar en qué otros sitios, a parte de un local de Sitges, ha ofrecido a la pequeña.
Los agentes sospechan que no se trataba de la primera vez que ofertaba al chico, y ahora las búsquedas se centran en espacios de ocio nocturno de Sant Pere de Ribes y Sitges, donde se ha visto a la progenitora con sus retoños anteriormente.
El mayor, mientras su madre ofrecía a su hermano a un comerciante, estaba esperando en un bar cercano de la calle Dos de Maig, conocida popularmente como la del pecado por la cantidad de bares nocturnos que en ella se concentran, sin que conste si estaba al cuidado de alguien.
Además, el titular del juzgado número 4 de Vilanova i la Geltrú (Barcelona), que lleva el caso, ordenará en breve con toda probabilidad que los dos menores se sometan a una revisión médica para tratar de determinar si sufrieron algún tipo de abuso sexual, ya que así queda establecido en el protocolo de actuación en estos casos.
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