miércoles, 29 de agosto de 2007

A los Ilinizas les rodean gigantes de roca

El panorama al cruzar la carretera panamericana, sobre el páramo del Cotopaxi donde había un gran bosque de pinos que fueron talados por una enfermedad que los atacó masivamente, el panorama es diverso. Entre la velocidad de la gran autopista y el frío del lugar, el horizonte hacia el lado occidental (izquierda si se viaja en sentido norte o derecha si el rumbo es el sur), se encuentran los Ilinizas, volcán gemelo de dos cumbres separadas, reconocibles fácilmente por ser unos de los picos más empinados que dominan el paisaje en los alrededores.

Los Ilinizas se encuentran dentro de la Reserva que lleva el mismo nombre y forman parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas.

Ingresar cuesta USD 2 para los visitantes nacionales y 10 para los extranjeros, sin embargo no hay una caseta de control o registro de las personas que ingresan al lugar, solamente una camioneta convertida en “oficina” de los funcionarios del Ministerio del Ambiente.

Para llegar a la Reserva se lo hace desde Machachi, por un pintoresco camino empedrado, se toma rumbo sur occidente hacia la pequeña población de El Chaupi, en el trayecto se cruza la vieja línea férrea aún presente en la zona. En adelante existe la señalización necesaria para llegar hasta el sitio de “La Virgen” donde se encuentra una imagen de la Dolorosa, allí termina el camino de vehículos y empieza la aventura.

También es posible tomar una camioneta hacia “la virgen” desde Machachi, por un costo de USD 20, negociable con el chofer.

Desde el sitio se pueden hacer algunas actividades, la principal es realizar una caminata corta o mediana, alrededor de una hora o una hora y media, dentro del “bosque encantado”, de árboles de papel o polylepis, típicos de la altura andina. Éste bosque recibe su nombre porque dentro del mismo existe una calma y silencio que aíslan a los visitantes del páramo. La tranquilidad se debe a que una arista protege el lugar del viento que viene desde Latacunga, al sur.

Otra de las actividades es ascender hasta el Refugio “Nuevos Horizontes”, que se ubica en medio de los picos Norte y Sur. Éste es un trayecto de aproximadamente 3 horas desde la virgen e implica una preparación para hacerlo. Para llegar al refugio se atraviesa el bosque encantado y se toma un sendero que va sobre un arista que finaliza en un arenal muy pendiente que exige mucho de los interesados en subir.

La pequeña construcción amarilla fue construida por la Agrupación Excursionista Nuevos Horizontes hace 41 años. Después de tomar un té caliente o descansar en el sitio, se puede continuar hasta la “ensillada” donde se ubica una laguna volcánica, cráter de la montaña, que divide el pico Sur 5 263m aprox. y el Norte 5 116m.

Ascender la montaña es un reto para expertos, pero es posible hacerlo con preparación y compañía de un guía.

Estos dos picos han sufrido, al igual que el resto de montañas del Ecuador, el efecto del calentamiento global, han perdido sus glaciares aceleradamente en los últimos años. Hace 30, por ejemplo, sobre la pared que está detrás del refugio, existía un glaciar muy espeso que en la actualidad ha desaparecido completamente.

Otra de las características del lugar es que el pico Sur mantiene aún algunos de los glaciares, sobre sus partes más altas, mientras que el pico Norte no tuvo tanto glaciar nunca y en la actualidad sólo esporádicas nevadas lo viste de blanco.

Desde esta reserva Ecológica, ya sea en lo alto de sus nieves, arenales, páramo, o bosque, el panorama cumple con todas las expectativas de los viajeros y andinistas; se pueden apreciar casi todas las montañas circundantes a la zona: El Corazón, Atacazo, Pichinchas, Pasochoa, Rumiñahui, Cotopaxi y Morurco.

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