SAO PAULO (Reuters) - El Airbus A320 de la aerolínea brasileña TAM que explotó el martes tras despistarse en Sao Paulo tenía desactivado un dispositivo del sistema de frenado, admitió la empresa, mientras seguía el retiro de cadáveres del edificio donde la nave se incrustó.
La mayor aerolínea de Brasil indicó que el reversor derecho del aparato había sido anulado tras habérsele detectado una anomalía, pero indicó que, según el manual del fabricante, la nave puede volar diez días en esas condiciones.
"El procedimiento (de desactivación) no configura cualquier obstáculo al aterrizaje de la aeronave," dijo TAM en una nota, en referencia a los deflectores de gases de escape utilizados en el proceso de frenado de un avión.
Más temprano, el Gobierno de Brasil había negado que fallas en la pista principal del aeropuerto de vuelos nacionales de Sao Paulo hayan causado el accidente, que provocó unos 200 muertos.
Con la población conmocionada por el peor desastre aéreo de la historia en Latinoamérica, las autoridades también aseguraron que reducirán el intenso tráfico del aeropuerto de Congonhas, donde ocurrió la tragedia.
"Yo garantizo que la pista no tiene nada que ver con el accidente," dijo José Carlos Pereira, presidente de la empresa estatal aeroportuaria, Infraero.
El Airbus A320 accidentado, que cumplía el vuelo 3054 entre la sureña ciudad de Porto Alegre y Congonhas, no consiguió frenar bajo la lluvia durante el aterrizaje y en una fatal carrera cruzó una transitada avenida, chocó una gasolinera y se estrelló.
Sus 186 ocupantes murieron, en tanto que cerca de una decena de personas habría perdido la vida fuera de la nave.
En una conferencia de prensa el miércoles, el presidente de TAM, Marco Antonio Bologna, había afirmado que el avión siniestrado "estaba en perfectas condiciones de mantenimiento y de aerogobernabilidad y de operación."
Sin embargo, en la misma entrevista, el vicepresidente técnico de TAM, Ruy Amparo, afirmó que "estábamos con uno de los reversores trabados," indicando que esa pieza "no era requerida para aterrizar."
La pista principal del congestionado aeropuerto de Congonhas, por donde pasan unos 52.000 pasajeros al día, es vista por expertos como insegura cuando llueve y autoridades reconocieron que tenía pendiente un ranurado para mejorar su drenaje y adherencia tras haber estado cerrada durante unas semanas por modificaciones.
"¿Por qué Congonhas fue abierto en este estado? Es un crimen," dijo Paulo Sampaio, experto en aviación de la consultora Multiplan, quien indicó que se está induciendo a creer que el accidente fue culpa del piloto.
Sin embargo, el jefe de Infraero dijo que el avión siniestrado salió de la pista con la misma velocidad a la que llegó al aeropuerto, sin desacelerar, e indicó que el aparato pudo tener alguna falla, sin descartar la posibilidad de un error humano.
Los soccorristas ya recuperaron 184 cuerpos, mientras intentaban evitar el derrumbe de restos del edificio, que también pertenecía a TAM.
Las autoridades tenían dificultades para identificar muchos de los cadáveres, calcinados, chamuscados o despedazados.
Imágenes divulgadas por Infraero mostraron al avión tocando tierra y luego avanzando a una velocidad superior a la normal. El titular de Infraero aclaró que el avión accidentado aterrizó donde debía y a la velocidad correcta.
CERRAR EL AEROPUERTO
La Fiscalía del Estado pidió a la Justicia el cierre inmediato de Congonhas, ubicado en una zona densamente poblada de la mayor ciudad sudamericana; pero Pereira consideró "fundamentalista" la solicitud.
El pedido fue hecho por dos procuradores que en enero habían solicitado la clausura de la terminal por las malas condiciones de su pista.
El accidente renovó las críticas contra el presidente Lula da Silva por su gestión del sector aéreo del país, que entró en el caos en septiembre pasado cuando dos aviones chocaron en el aire, provocando la muerte de 154 personas.
Expertos dijeron también que el accidente del martes fue consecuencia de la inacción del Gobierno ante la crisis en el sector, que se verifica en constantes atrasos y cancelaciones de vuelos, huelgas de controladores y derrapes de aviones.
Lula se reunió con colaboradores el jueves para tratar la crisis del sector, pero no ha hablado públicamente desde la tragedia. Se espera que el viernes dirija un discurso a la nación.
En tanto, legisladores reclaman la renuncia del ministro de Defensa, Waldir Pires, y los jefes de Infraero y el regulador del sistema, Anac, al que muchos llaman "Anarc" a modo de burla.
La pista donde se inició la catástrofe aún se encuentra cerrada.
Organos oficiales advirtieron que tomará meses determinar las causas del accidente.
Un día antes del fatal siniestro de TAM, una aeronave de tamaño pequeño de la aerolínea regional Pantanal había derrapado en el aeropuerto paulista.
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