NUEVA YORK, Estados Unidos | EFE
Una gran nube de denso humo sale de un gran socavón dejado por la explosión de un transformador ocurrida este miércoles en el centro de Manhattan, y del que todavía no se sabe si ha ocasionado alguna víctima mortal.
Un portavoz de la policía de Nueva York indicó a las televisiones locales que no parecía "relacionado con una acción terrorista" y añadió que el suceso pudo haberse debido a la explosión de una de las toberas por las que sale el vapor generado en el sistema de transporte subterráneo.
Las imágenes distribuidas por las televisiones locales muestran una gran humareda o vapor, así como un autobús escolar quemado por la explosión.
Testigos presenciales señalaron su temor por lo sucedido ya que el incidente recordó los atentados del 11 de septiembre de 2001 de Nueva York, contra las Torres Gemelas del World Trade Center, ubicadas al otro lado de la ciudad.
Charles Seaton, portavoz de la empresa municipal de transportes, dijo a la cadena de televisión ABC que algunas líneas de metro han podido verse afectadas.
Numerosos efectivos policiales, de bomberos y ambulancias se han desplazado hasta el lugar del siniestro, ocurrido entre las calles 41 y 42 de Manhattan, muy cerca de la estación Central de trenes y del emblemático edificio Chrysler.
Un reportero de Efe presenció cómo personal sanitario de una ambulancia atendía al menos a cinco ciudadanos heridos, debido a lesiones leves por cortes de cristales o caídas de cascotes de edificios.
La explosión afectó sobre todo al edificio Channin, ubicado en el número 122 de la
calle 42, y que tiene 54 pisos.
María González, una salvadoreña testigo directo de la explosión y que está siendo atendida por lesiones en el cuello por los servicios sanitarios dijo a Efe que "cuando iba por las escaleras en el piso 19 noté como si lloviera".
"Me cayó todo el techo del edificio en la cabeza", agregó la víctima, que también explicó que consiguió salir por sí misma del edificio, en el que cree que "todavía queda mucha gente en los pisos de arriba".
Por su parte, otro testigo presencial, el dominicano Luis Santos, responsable del mantenimiento del ascensor del edificio siniestrado, dijo también a Efe "sentirse afortunado" por salir ileso de la explosión.
"Oí tal explosión que supe que tenía que salir inmediatamente del edificio", señaló Santos.
La deflagración, que tuvo lugar a las 22.00 GMT (18.00 local), se ha producido en un momento de hora punta en Manhattan y en una zona cercana a la estación Central de trenes, muy frecuentada por los miles de personas que acuden a trabajar a diario desde las localidades cercanas a Nueva York y del vecino estado de Connecticut.
Un portavoz policial citado por NY1 indicó que "la explosión no parece sospechosa" y que podría haberse debido a la salida de un chorro de gas.
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