miércoles, 11 de julio de 2007

Dos gemelas fueron separadas al nacer(cortesia de elcomercio.com, seccion sociedad)



Sus rasgos físicos son iguales. Incluso sus voces parecen confundirse en ocasiones. Pero sus actitudes son diferentes. Pese a ser como dicen entre los pobladores del cantón Milagro “como dos gotas de agua”, Marielisa Isabel y Andrea Martha tienen personalidades distintas, las cuales se podrían justificar por su separación durante 14 años de sus vidas.

La historia comenzó un 24 de noviembre de 1992. Esa madrugada, Petita Peñaherrera de Freire fue llevada por su esposo, Augusto Freire Burgos, hasta la clínica del cantón El Triunfo de los doctores Roberto Vicente Romo Caicedo y su esposa Isabel García Macías.


“Era mi primer embarazo y estaba asustada”. Petita tenía 16 años de edad cuando fue sometida a una operación de cesárea. Los dolores de parto eran insoportables.

Pero cuando recibió a la pequeña Andrea en sus brazos todo lo compensó. “Estos señores nunca nos dijeron que teníamos gemelas”, dice algo exaltado el padre biológico de las gemelas.

Durante los tres últimos meses de embarazo, su esposa fue atendida por los doctores Romo.

14 años después, en la sala de su casa en Milagro, Andrea recuerda la primera vez que se encontró con su gemela Marielisa. Mientras recorre con su dedo la fotografía en la que luce sonriente junto a su hermana asegura que cuando se vieron sintió “el llamado de la sangre”. Con brillo en sus ojos cuenta que fue un día sábado cuando se encontraron en la terraza del hotel Bulu Bulu de El Triunfo.

“Algunas amigas me dijeron que habían visto a una chica igualita a mí. Y decidieron preparar el encuentro”. Son momentos inolvidables para Andrea cuando ese día estuvo frente a su hermana.

Aún hoy, cuando la historia de su vida está recorriendo todos los medios de comunicación.

“Nos abrazamos de la emoción y lloramos”. De eso ha pasado un mes y se siente la ruptura. Sin embargo, Andrea no fue la primera de su familia que vio a su hermana. Cuatro meses antes del encuentro, los Freire Peñaherrera fueron a comer como de costumbre al local El Toro Asado, a pocas cuadras de su casa, en Milagro.

Ahí, la madre biológica de las menores se percató de la presencia de la doctora Romo, por lo que se acercó a saludarla.

“Cuando vi el reflejo en el espejo de una niña igualita a mi hija casi me desmayo”. Desde entonces, los Freire y los Romo llegaron a un acuerdo. Marielisa visitaría a sus padres biológicos los fines de semana. Y aunque así fue por algún tiempo, hace tres semanas que las gemelas no se ven.

Hoy, Andrea cursa el cuarto año de colegio la FAE de Taura. Y pese a este problema quiere ser pediatra. “He conversado con mi hermana y ella también quiere ser doctora”. Pero hay otras similitudes y por eso creen que están conectadas. “Me siento feliz porque descubrí que tengo otra hermana gemela, con ella quisiera compartir todo y que esté junto a mí. Ese es mi mayor deseo”. Lo dice con cierta inocencia. Sin embargo, sus deseos, al igual que sus personalidades, son diferentes.

Con sus gestos lentos y apacibles, Andrea refleja cierta timidez. Su forma de ser contrasta la actitud de su hermana Marielisa.

Sentada junto a la doctora Isabel García de Romo, su madre de crianza, en su casa de El Triunfo, ella asegura que no quiere regresar al hogar de los Freire Peñaherrera. Marielisa habla con dureza y se refiere al litigio judicial que se sigue en contra de los padres que conoció durante toda su vida, quienes fueron acusados de supuesto plagio. “Cuando mi mamá (Isabel de Romo) fue a hablar con ellos (los Freire Peñaherrera) me prometieron a mí que no iban a seguir ningún juicio. Y me sorprende que ahora lo están haciendo”.

Por su parte, los Romo insisten en que la niña fue abandonada. Isabel de Romo sostiene que antes del nacimiento no sabían que eran dos bebés. “Nosotros le mandamos a hacer un eco. Pero salió que había un solo producto”.

Cuando asistió el parto de las gemelas, afirma que la segunda en nacer, Marielisa, tuvo varias complicaciones. Por lo que tuvieron que trasladarla desde El Triunfo hasta el hospital Guayaquil.

“Cuando regresamos a los tres días de Guayaquil, ya la chica (Petita de Freire) había pedido el alta. Cómo se llama eso... abandono”, indica Romo para explicar las dudas de todos los que no entienden la separación de las niñas.

Entonces Marielisa vivió durante 10 años en la casa de su abuela de crianza. A diferencia de su hermana, Marielisa no luce un uniforme para ir al colegio. Por ahora no quiere ir al colegio por vergüenza, al menos hasta que se acabe el problema jurídico.

Las demandas

El primer proceso que iniciaron los Freire Peñaherrera en contra de los doctores Romo fue por maltrato infantil.

El caso fue presentado ante el juzgado IV de la Niñez del cantón Milagro. También puso una demanda en la que pide la tenencia total y definitiva de Marielisa.

A partir de esta semana se contará con un informe final de la indagación.

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