La pequeña de seis años acompañó a sus padres, los futuros Reyes de los belgas, a la inauguración de un Centro interactivo para la Infancia.
El príncipe Felipe,la princesa Matilde y su hija, la princesa Elisabeth inauguraron juntos, el pasado martes, el Centro Interactivo para la Infancia de Technopolis (Mechelen). Unas avanzadas instalaciones en las que los niños con edades comprendidas entre los cuatro y los ocho años pueden adquirir conocimientos sobre ciencia y tecnología de un modo lúdico e interactivo.
En este edificio temático existen cuatro zonas perfectamente diferenciadas –El astillero, La ciudad, El Parque y Mi cuerpo- que suman 934 m2. Una superficie en la que los pequeños pueden aprender desde cómo se hace una casa hasta cómo escanear las etiquetas de los productos en las cajas registradoras de los supermercados.
Aunque inicialmente no se contaba con la presencia de Elisabeth, sus padres decidieron que su primogénita les acompañara habida cuenta de que el parque está dedicado a la infancia. Una idea que fue respaldada por la Princesita que disfrutó como cualquier otro niño – “antes que Reina debe de ser una gran mujer y por ello será educada como cualquier otro niño belga”, dijeron sus padres cuando nació en octubre de 200- de la magia que supone ejercer “oficios” como el de cocinar tus propias pizzas, invertir en bolsa, ser banquero, fisioterapeuta, etc...
Alumma principesca
Un año después de su debut oficial como princesa partenaire de su madre – acompañó a la princesa Matilde a una sesión de cuenta cuentos en la Casa de las Artes Pantalone, organizada por la fundación Stichting Lezen con motivo de la Semana de la Lectura, en noviembre de 2006, Elisabeth demostró haber aprendido magistralmente bien el vademécum principesco: saludar a los admiradores; mostrar interés por todo lo que le rodeaba, sonreír en todo momento y lucir con elegancia y donaire un bouquet de flores de color lila del que no se desprendió en ningún momento.
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