lunes, 15 de septiembre de 2008

Obsesión alimentaria (fuente el universo.com seccion vida )

Los ortoréxicos no ingieren comida sin antes ver su procedencia, tabla nutricional, envasado, su cultivo.

El afán incesante por comer sano o lo que la persona cree que lo es puede traer a largo o corto plazo graves problemas físicos y psicológicos a quienes estén dedicados a ello.

Una alimentación sana es lo ideal, pero cuando la persona se obsesiona y no come hasta revisar la tabla nutricional, procedencia, forma de cultivo, si lleva tal o cual ingrediente, entre otros detalles, tiene un trastorno alimentario llamado ortorexia (obsesión por comer productos saludables).

Padecerlo, según señala el Instituto de Estudios Psicológicos de Barcelona, España, causa problemas como anemia, agotamiento general, carencia de vitaminas y minerales, pérdida de peso y mayor riesgo de infecciones (a quienes no ingieren comida cocinada), porque en su régimen excluyen alimentos básicos para el organismo como la carne, o siguen una dieta que ya realizaron antes o alguna que copiaron en internet o en una revista.

En cuanto a lo psicológico, les origina estrés, nervios, ansiedad, mal humor, sentimientos de culpa, entre otros.

Aunque en el país no existen casos registrados de ortorexia (la mayor presencia es en España y Estados Unidos), podría haberlos o adquirirse a futuro como ocurre con muchas otras costumbres, señala el neuropsiquiatra Pedro Posligua.

“Somos muy vulnerables, nos ponemos a la moda del mundo exterior, especialmente los jóvenes que lo pueden tomar como una situación de verdad absoluta y aplicarlo a sus vidas” , indica el especialista.

Manifiesta que son más propensas a este problema las personas obsesivas compulsivas que tienen una idea que ocupa el primer lugar en su conciencia, en este caso lo que creen que es el perfeccionismo en nutrición.

“Sería un componente de varias patologías médico psiquiátricas, entre las que estarían también los trastornos de levitación fóbica, es decir, quienes evitan aquello que creen que les puede hacer daño; dismorfofobia, miedo a deformar su cuerpo; y narcisismo, enamoramiento de sí mismo”.

El genetista Ramón Vargas señala que la inclinación a comer mucho o poco, o solo determinados alimentos, como por ejemplo vegetales, tiene una base genética, pero aún no hay suficientes estudios que lo respalden. “ Además de lo genético influyen factores ambientales, el entorno. El que ciertas personas sean proclives a obsesionarse, ello entra en el campo de la psiquiatría genética, es un trastorno”, anota.

En tanto, la médico nutricionista Narcisa Zambrano señala que no comer nada que no sea sano es un trastorno y debe tratarse. “Ellos son exagerados. Por ejemplo, no comen enlatados o alimentos preparados en el microondas porque –dicen– les pueden producir cáncer”.

Agrega que, aunque ortorexia es un término que aún no está bien definido, quienes lo padecen muchas veces pueden convertirse en bulímicos, anoréxicos y hasta morirse.

“Para mí la mejor guía es la pirámide de los Estados Unidos, que recomienda carbohidratos en el 55%, proteínas el 15% o 20% y grasas menos del 35%, y dentro de este rubro está el 7% de grasas malas o saturadas que se pueden comer diariamente sin afectar la salud”, anota Zambrano.

La ortorexia, según el psiquiatra Pedro Posligua, sería para quienes la padecen una especie de cárcel mental de la que no pueden salir. Ese ideal de lo que es sano también los puede alejar de la familia y amigos al ver que comen alimentos diversos. Sin hacerlo con mala intensión rechazan invitaciones a comer, ven con desagrado lo que los otros ingieren, siempre averiguan qué contiene lo que les van a dar, critican abiertamente a quienes comen carnes o grasas.

Según Posligua, también puede afectar a sus parientes más cercanos, como pareja e hijos, porque quieren que sigan sus pasos, porque ya los han iniciado en lo mismo, o porque ellos se preocupan al ver que ha caído en ese trastorno alimentario y no se da cuenta de que está enfermo.

PEDRO POSLIGUA
“Quien padezca de ortorexia debe recibir atención de un psicólogo, médico general, psiquiatra, nutricionista y mucho apoyo
de sus familiares”.

El origen del trastorno
El término ortorexia apareció en 1997, su padre es el médico nutricionista estadounidense, Steven Bratman, quien durante varios años practicó e impulsó aquello de que seguir una dieta estricta y saludable para garantizar una excelente salud.

Cuando se dio cuenta de que se le había convertido en un trastorno, escribió un libro denominado Health Food Junkies, para ayudar a otras personas a combatir el problema.

El término ortorexia proviene del vocablo griego que significa apetito correcto. Este trastorno cuenta con más de 10.000 afectados en España y EE.UU.

Según Bratman, a través de algún tipo de comida los ortoréxicos esperan obtener beneficios físicos, psíquicos y morales, lo cual les puede llevar a una dependencia similar a la de un adicto a las drogas.

También señala en su libro que entre las razones para que una persona se obsesione en comer sano estarían desear una mejor salud, tener armonía espiritual, temor de ser lentamente envenenado por los colorantes y conservantes de las industrias alimenticias, mantener cierto peso.

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