lunes, 21 de mayo de 2007

Carlos de Inglaterra intenta que Camila sea coronada reina

LONDRES

El día en que ocupe el trono, Carlos de Inglaterra quiere que Camila sea coronada reina consorte, en la abadía de Westminster. El príncipe de Gales ha iniciado una discreta campaña para lograr su objetivo, según un documental que a finales de este mes emitirá el canal Channel 4 de la televisión británica. Carlos aspira a que la opinión pública termine por aceptar a su segunda esposa, sin escatimarle títulos ni honores.
"El programa muestra la campaña para pulir la reputación de Camila e instalarla como reina y se pregunta si ella ofrece alguna esperanza para el futuro de la monarquía británica", ha explicado una fuente de Channel 4. En el momento de aquella polémica boda hace dos años, Clarence House, la oficina del príncipe, negó que Camila fuera a ser algún día reina, sugiriendo que se convertiría en "princesa consorte" cuando el nuevo monarca sucediera a Isabel II.

El desmentido, mantenido hasta ahora, pretendía apaciguar a quienes condenaban el enlace entre dos amantes, cuya relación adúltera terminó por romper sus respectivos matrimonios, con Diana de Gales y Andrew Parker Bowles, provocando un escándalo nacional que debilitó la monarquía y acabó en tragedia. Bajo la condición de que Camila no sería nunca coronada, la reina, el primer ministro y el arzobispo de Canterbury, dieron su aprobación a la unión. Los expertos en temas constitucionales advirtieron sin embargo que, según la actual legislación, en el momento en que Carlos ascendiera al trono, la designación de su esposa como reina consorte sería automática. Solo una reforma de ley en el Parlamento, de la que no se ha vuelto a hablar, evitaría la designación.

POPULARIDAD CRECIENTE
Una fuente de palacio consultada por el Sunday Telegraph admitió que la forma en que finalmente sea designada la esposa del rey "dependerá del Gobierno y del primer ministro que entonces esté en el cargo". "Pero tendremos que considerar lo que la gente siente en ese momento", añadió. Los sondeos muestran que poco a poco la hostilidad hacia Camila es cada vez menor. El día de su boda con Carlos, un 7% de los británicos aceptaba verla un día como reina. El pasado año, un 57% seguía rechazando esa suprema distinción.
Camila recibió ayer el inesperado respaldo en el festival de cine de Cannes de Rupert Everett. El actor británico dijo haberse inspirado en la duquesa de Cornualles para preparar su papel en la comedia St. Trinians, en la que interpreta a la señora Fritton, la directora de un colegio femenino. "Es una mujer maravillosa", afirmó Everett. El actor de La importancia de llamarse Ernesto y Belleza prohibida la describió así: "Monta a caballo, trabaja en el jardín y va a fiestas. Lleva unos sombreros y unos vestidos muy bonitos, tiene los dientes torcidos, posee sentido del humor y le gusta tomarse un trago y fumarse un cigarrillo".

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