Fuente :http://www.latercera.com/contenido/659_128542_9.shtml
Quienes duermen menos de seis horas diarias presentan un índice de masa corporal de 28,3, menos de dos puntos por debajo del límite.
El 22% de los chilenos afirma que le cuesta quedarse dormido o que despierta a mitad de la noche, según la última encuesta de "Calidad de Vida y Salud". Se trata de un alto porcentaje de la población que estaría en riesgo de presentar obesidad, como lo muestra un nuevo estudio que corrobora la relación que informes anteriores habían hecho entre mal dormir y sobrepeso.
Los expertos médicos del Walter Reed Army Medical Center, en Washington (EE.UU.), comprobaron que quienes duermen menos de seis horas tienen cuatro puntos más de masa corporal y bordean el límite de la obesidad.
El estudio -presentado en la reunión anual de la Sociedad Torácica de EE.UU.- monitoreó durante 23 días a 14 hombres y mujeres, mediante un equipo portátil que midió su actividad y descanso diarios. Quienes dormían más de seis horas diarias, llamados por los médicos "dormidores largos", tuvieron un índice de masa corporal (IMC) de 24,5. En tanto, los "dormidores cortos" tuvieron un IMC de 28,3, menos de dos puntos bajo el límite que se considera como obesidad.
"Los dormidores cortos tienen menos eficiencia de sueño y experimentan mayor dificultad para quedarse y permanecer dormidos", dijo el líder del estudio, Arn Eliasson.
MAL DORMIR
El experto indicó que dormir menos interfiere con balances hormonales que ocurren en el sueño. Así, se reduce la leptina, conocida como hormona de la saciedad y que es secretada por las células grasa, lo que provoca que las personas coman más de la cuenta.
A su vez, aumenta la grelina, hormona secretada por las células del estómago y que estimula el hambre. "La alteración de la regulación durante la noche comienza a afectar el ciclo hormonal en general, lo que repercute en obesidad", dice Paola Negrón, nutrióloga del Centro de Obesidad de la U. Católica.
Además, dormir lo suficiente es necesario para regular otras funciones como la temperatura corporal. "Por ejemplo, quienes hacen turnos de noche, suelen tener frío al día siguiente. Eso significa un menor gasto calórico", explica Paola Negrón.
MAYOR ANSIEDAD
Paradójicamente, el informe arrojó que quienes dormían menos caminaban más en el día, gastando casi 25% más de calorías. El autor del estudio afirma que este fenómeno se debe a que quienes duermen menos y mal suelen sufrir más estrés. Y esto se relaciona con una rutina más desordenada. Quienes duermen menos serían personas menos organizadas, que deben hacer más viajes y caminar más para cumplir las mismas tareas. "Esto se podría añadir a su estrés y estimular otros comportamientos poco saludables, como la ansiedad por comer", afirma Eliansson.
La jefa de la Unidad de Nutrición del Hospital Clínico de la U. de Chile, Karin Papapietro, afirma que quienes se duermen más tarde tienden a comer hasta altas horas de la noche, lo que estimula la obesidad. Y estos malos hábitos los traspasarían a su rutina diaria: "Tienen menos orden en sus horarios en general y incluidos los de las comidas".
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