El subsecretario de Transporte Aéreo Civil, Guillermo Bernal, señaló que unas de las causas que pudieron influir en el accidente fueron las condiciones meteorológicas, pero no descarta más factores.
Quito, AFP
El avión militar con cinco ocupantes accidentado ayer en Quito “volaba al límite” de las condiciones meteorológicas, y el caso parece ser similar al de los otros tres siniestros aéreos ocurridos en la misma zona en los últimos 20 años, dijeron hoy las autoridades.
El Beechcraft B200 del Ejército chocó contra un edificio del norte de la capital causando la muerte a tres tripulantes y dos pasajeros, así como a dos personas en tierra, dijo el coronel José Rivadeneira, comandante de la policía de Quito, a la AFP.
Al momento de la colisión “las condiciones (meteorológicas) no eran buenas (...) Estaba al límite de condiciones”, señaló el subsecretario de Transporte Aéreo Civil, Guillermo Bernal.
Los ocupantes eran tres militares, incluyendo el piloto, y dos familiares de éste último. Otros dos cuerpos fueron rescatados entre los escombros del edificio.
El avión, utilizado para entrenamiento militar, regresaba de la ciudad de Manta y se dirigía al aeropuerto de Quito, ubicado dentro de la ciudad, en medio de una intensa niebla.
“Las condiciones no eran buenas, cuando inició la aproximación estaba abierto el aeropuerto para operación instrumental... No puedo anticipar si fueron únicamente las condiciones meteorológicas, o que otros factores” pudieron influir, indicó Bernal.
Antes de precipitarse sobre un edificio residencial de seis plantas, el aparato rozó una torre de apartamentos, según testigos.
No obstante, todavía no se maneja una hipótesis oficial sobre la causa del siniestro. Las Fuerzas Armadas asumieron formalmente la investigación mientras los cuerpos de socorro inspeccionaban el área en busca de otras eventuales víctimas y de evidencia.
“Desgraciadamente ha habido algunos accidentes en condiciones similares y condiciones meteorológicas parecidas”, recordó el general retirado Armando Durán, presidente de la Junta de Investigación de Accidentes de la Dirección de Aviación Civil (DAC).
Desde 1988 cuatro aviones -incluido el Beechcraft B200- han caído en la misma zona, por lo que la prensa local la tilda de “ruta de pesadilla” o “ruta de muerte”.
En dos de los siniestros, ocurridos en diciembre de 1992, murieron un comandante del Ejército y un ministro, y en ambos casos se determinaron fallas humanas, expresó Durán.
El avión caído ayer no tenía 'caja negra' (dispositivo que registra actividades y conversaciones de la cabina), pero las autoridades cuentan con sistemas adicionales para determinar qué pudo haber ocurrido con el piloto, señaló Durán.
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