LONDRES, Inglaterra | EFE
Tras calcular la velocidad de las estrellas de 23 pequeñas galaxias que orbitan alrededor de la Vía Láctea (a partir de las medidas de luminosidad), el equipo liderado por Louis Strigari ha estimado sus masas.
La masa mínima de una galaxia es diez millones de veces la masa del Sol, según un estudio de la Universidad de California publicado este miércoles en la revista científica británica "Nature".
La luminosidad de estas galaxias varía entre mil y cien millones de veces la del Sol, por lo que los científicos esperaban que las masas variasen en función de la intensidad de luz que emiten.
Sin embargo, se sorprendieron al comprobar que la masa era constante, lo que indica que las galaxias menos luminosas tienen mucha materia oscura, que es un material invisible sólo detectable por su fuerza gravitatoria.
Los científicos saben muy poco de las propiedades microscópicas de esta materia oscura, que compone más del 83% del universo.
Lo que sí se conoce es que la materia oscura determina el crecimiento estructural del universo, atrae materia normal y está en el origen de nuevas galaxias.
El equipo investigador explica en una nota de prensa que la masa mínima de una galaxia correspondería al bloque de construcción más pequeño nacido de la materia oscura.
Las estrellas que se forman a partir de esos bloques se agruparían, más tarde, en galaxias.
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