martes, 5 de agosto de 2008

Derrota en referéndum puede sumir al país en la inestabilidad, según Acosta

QUITO | AFP - EFE


La posible desaprobación del referendo constitucional de septiembre próximo puede sumir otra vez en la inestabilidad a Ecuador y debilitar al presidente Rafael Correa, estimó este martes el líder del movimiento oficialista (Acuerdo PAIS), Alberto Acosta, ex jefe de la asamblea que reformó la Carta Magna.

"Si gana el 'No' sería una votación en contra del Gobierno y abriría la puerta a un gran período de inestabilidad y eso sería sumamente complejo", afirmó Acosta en un entrevista con corresponsales extranjeros.

El proyecto de Carta Magna tiene al ser humano como eje, en "una relación dinámica entre Estado, mercado y sociedad" y termina con el enfrentamiento Estado-mercado, señaló Acosta.

En ese sentido apuntó que el texto del proyecto constitucional señala que "la economía es social y solidaria, y tiene al ser humano como centro y eje de toda relación".

"Rechazamos la visión estadocéntrica, respuestas estatizantes a ultranza", señaló Acosta, del oficialista movimiento Alianza País.

En lo económico -dijo- se recupera la planificación que "para el sector público es obligatoria y para el privado es indicativa".

Según Acosta, el proyecto de Constitución determina que el Estado puede tener gestión empresarial, preferentemente en cuanto a servicios públicos y la explotación de recursos no renovables del subsuelo, "pero no cierra la puerta a la inversión privada; se la abre con reglas de juego claras".

"El Estado lo mínimo que puede aspirar a participar en una explotación de recursos no renovables es la mitad de lo que genera como utilidad esa actividad", señaló, como ejemplo.

Recordó, además, que la nueva Carta Magna, de ser aprobada en el referéndum de septiembre, prohíbe los monopolios y oligopolios.

Aunque señaló que no le satisface la totalidad del proyecto y que faltan leyes que regulen algunos aspectos definidos en el texto, aseguró que no son suficientes argumentos como para echar abajo la nueva carta magna.

Acosta rechazó que la nueva Constitución de más poderes al presidente, que una vez que sea aprobada podrá presentarse a la reelección por una sola vez, y que deje abierta la puerta para una legalización del aborto, como afirman sus detractores.

Ecuador fue considerado en la región el país más volátil de la última década, a raíz de la destitución de tres presidentes en ese lapso de tiempo por presión de revueltas populares.

Los ecuatorianos deberán pronunciarse vía consulta el 28 de septiembre sobre el proyecto de Constitución que redactó y aprobó una asamblea de mayoría oficialista.

El mandatario promueve la aprobación del texto a contracorriente de la derecha, la Iglesia Católica y otros sectores, que lo consideran desde "estatizador" hasta favorable al aborto y al matrimonio entre homosexuales.

Acosta opinó que un resultado adverso en las urnas abriría interrogantes sobre la función legislativa, pues se ignora si regresaría el Congreso de oposición que fue cesado por la Asamblea Constituyente, o si "habría opciones de legitimar a uno nuevo".

Además, "se debilitaría la posición del presidente Correa y habría que esperar qué sucede en los dos años que le quedarían en el poder", afirmó el dirigente oficialista, quien se mantiene temporalmente alejado del gobernante por diferencias en torno a la nueva Constitución.

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