CHICAGO | Reuters
Los diuréticos usados para controlar la presión arterial pueden también deteriorar el calcio de los huesos y causar una pérdida ósea importante en los varones que los consumen, informaron este lunes expertos.
Los hombres mayores que usaban más los fármacos presentaban una pérdida ósea tres veces mayor que los que nunca habían tomado diuréticos, indicaron los investigadores en Archives of Internal Medicine.
Los investigadores descubrieron una relación directa entre el uso de esos medicamentos y la pérdida ósea en los varones, lo que los pone en riesgo de desarrollar osteoporosis, una dolencia que puede causar fracturas en la cadera y en otros huesos.
Aunque la osteoporosis es más común en las mujeres que en los hombres, uno de cada cinco estadounidenses con la condición debilitante de los huesos es varón y unos 2 millones de personas sufren la enfermedad en Estados Unidos.
Los médicos deberían estar atentos a este problema en los varones que consumen esos fármacos, manifestó el doctor Lionel Lim, del Hospital Griffin en Connecticut, quien dirigió el estudio.
Una de las marcas más comunes de diuréticos es Lasix y también se venden bajo el nombre genérico de furosemida. Los diuréticos funcionan reduciendo la presión sanguínea al remover el agua de la sangre por medio de los riñones.
Con menos sangre en circulación, el corazón no tiene que bombear tan fuerte. Los riñones también filtran más sodio, potasio y, finalmente, calcio.
Los medicamentos son especialmente efectivos en los pacientes con insuficiencia cardíaca, ya que alivian la inflamación de tobillos y la falta de aire característica en esas personas.
Lim estudió a casi 3.300 hombres de 65 años o más, de los cuales alrededor de un 8 por ciento habían tomado los fármacos regularmente o de vez en cuando.
Los investigadores midieron la densidad ósea de la cadera de los varones al comienzo del estudio y nuevamente a los cuatro años y medio.
La pérdida ósea promedió el 0,78 por ciento anual entre los 84 hombres que usaban diuréticos regularmente, comparado con el 0,33 por ciento entre los no usuarios y el 0,58 por ciento entre los 181 usuarios intermitentes.
Estudios previos relacionaban el uso de diuréticos con el riesgo de un paciente de quebrarse la cadera u otro hueso.
"Sin embargo, no está claro si este aumento del riesgo de fractura es atribuible a efectos negativos en la densidad mineral ósea, a mecanismos ligados a caídas", como mareos y baja presión de pie, o a la misma enfermedad, escribió Lim en su informe.
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