El cráter que se formó anteayer en El Trébol contribuyó a empeorar la congestión en la capital.
El cráter que se formó anteayer en El Trébol contribuyó a empeorar la congestión habitual que diariamente soporta el Distrito Metropolitano.
Desde las 07:00 de ayer, las principales vías estuvieron repletas de vehículos livianos y buses. En las avs. 10 de Agosto, De la Prensa, América y 6 de Diciembre los autos transitaron por los carriles exclusivos del trole, Ecovía y Corredor Central Norte. A las 09:00, en las avs. Eloy Alfaro y De los Shyris y en El Labrador los autos avanzaban cada tres minutos.
El cierre del paso por El Trébol caotizó a la ciudad, según el coronel Gonzalo Cabezas, director provincial de Tránsito. Por el hundimiento que se registró en ese intercambiador, se cerró la av. Velasco Ibarra, desde el puente de La Vicentina Alta, 300 metros al norte del Hospital Militar, al norte, hasta El Trébol. Y desde allí, hasta el redondel que conduce a la terminal terrestre Cumandá.
Además, se restringió el paso por la autopista Gral. Rumiñahui, a 100 metros de El Trébol.
Algunos conductores como Fernando Luzuriaga, en una camioneta Ford, encendieron las luces direccionales. “Es bueno que nos dejen ir por la vía exclusiva para llegar más rápido”, dijo al ir por la ruta exclusiva del Corredor Central Norte, en la América. En esa vía los carriles para autos privados estaban saturados, a las 08:40.
Cabezas indicó que si la emergencia continúa, se aplicarán medidas extremas como el pico y placa, es decir la restricción de circulación según el número de placa.
El alcalde Paco Moncayo asintió. Recordó que de sur a norte se puede circular por la av. Simón Bolívar (al oriente) y por los túneles de la Mariscal Sucre (occidente). “La Emaap y Bomberos vigilan las 24 horas la situación en el túnel de San Diego”, en la Mariscal Sucre, el cual se inundó anteayer.
El caos en el tránsito fue mayor ayer en los accesos del valle de Tumbaco a Quito. Por allí circulaban vehículos que provenían del valle de Los Chillos. En la av. De los Conquistadores, a la altura de Guápulo, la unidireccionalidad no bastó para mejorar el flujo.
Algo similar ocurrió en el túnel Guayasamín, por el cual circularon buses. Allí en la autopista Rumiñahui no se cobró peaje.
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