Un hombre de 77 años se ha entregado a la Policía después de matar a su esposa de un disparo, según dijo, para que no sufriera.
La mujer estaba ingresada en un hospital de la ciudad de Prato, en Italia, porque sufría Alzheimer. Su marido entró en la habitación y disparó con una pistola a su esposa, dos veces en la cabeza y una en el pecho.
Después, dejó el arma en el suelo y esperó sentado a que llegara la Policía. El asesino ha asegurado que decidió acabar con la vida de su mujer porque "no podía soportar verla sufrir".
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