LONDRES
Paul McCartney está dispuesto a pagar 104 millones de euros por el silencio de su exmujer Heather Mills. Así lo asegura el periódico británico Daily Mail, que ayer ofrecía numerosos detalles del proceso de divorcio en que sigue enzarzada la pareja. Mills recibirá la suma inicial de 23 millones de euros, una vez acabados los trámites. Además, si el acuerdo se confirma, percibirá 5,2 millones de euros anuales hasta que Beatrice, de cuatro años, la hija de ambos, cuya custodia van a compartir, cumpla 18. Paul tendrá entonces 80 años.
El músico pagará todos los gastos de mantenimiento de la pequeña, incluida educación, niñeras y protección. Mills no se quedará al parecer con ninguna de las propiedades del músico, si bien ella ya tiene una casa en East Sussex y acaba de comprar otras dos propiedades, una de ellas en Eslovenia. La resolución del que ya es el divorcio más largo en la historia legal de Gran Bretaña, incluye una cláusula por la que ninguna de las dos partes podrá hablar públicamente de la relación matrimonial que ha durado cuatro años.
La fórmula, aunque costosa, es la manera con la que el exbeatle trata de acabar con la pesadilla que supondría ver a Mills por las televisiones del mundo entero desgranando intimidades. La estrella nunca ha hablado de lo ocurrido entre ambos, pero Mills podría convertirse en una temible amenaza para la reputación de un artista idolatrado en el Reino Unido.
El pasado mes de octubre, en los documentos del divorcio, la antigua modelo de ropa interior, le acusaba de haberla atacado en cuatro ocasiones. En uno de esos incidentes, Mills recibió un corte en un brazo con una botella de vino rota. También aseguraba que su ex se emborrachaba con harta frecuencia, fumaba marihuana y había tratado de impedirle que diera el pecho a su hija. Los abogados de una y otra parte están llevando a cabo frenéticas negociaciones para cerrar un acuerdo que sea satisfactorio.
FORTUNA DE 1.200 MILLONES
Varias fuentes coinciden en que la pareja se lleva ahora bastante mejor que en el momento de la ruptura. A pesar de que la parte económica quede resuelta, el proceso legal del divorcio no estará finalizado hasta el próximo año. Los 104 millones de euros serían, según algunos expertos, un buen resultado para ambas partes. Según las cifras que la prensa ha barajado, Heather pedía 300 de los 1.200 millones en que está calculada la fortuna de McCartney. El músico no quería darle ni un euro.
La pareja se conoció en 1999 en un evento caritativo, un año después de la muerte de Linda, la primera esposa del músico, con la que había vivido durante 29 años. El noviazgo ya fue tormentoso y chocó con la oposición de los hijos de McCartney, como Stella, la diseñadora, que siempre ha visto en Mills una buscavidas ansiosa de publicidad y dinero. Al iniciarse los trámites del divorcio la prensa sensacionalista británica publicó numerosos detalles sobre el pasado de Mills, incluidas unas fotos porno. Antiguas compañeras de alterne con jeques árabes como el multimillonario saudí Adnan Khashoggi, también revelaron secretos de los trabajos que en su juventud tuvo la ex de McCartney.
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